Ligüerre de Cinca (Huesca), 23 sep (EFECOM).- El secretario general de UGT, Cándido Méndez, reclamó hoy a las fuerzas políticas españolas la consecución de un pacto de Estado por la inmigración que posibilite un "tratamiento correcto" de los flujos migratorios y evite su instrumentalización en el debate electoral.
Méndez, desplazado al núcleo vacacional oscense de Ligüerre de Cinca para tomar parte junto a más de 2.000 personas en el Día del Afiliado de UGT Aragón, explicó que la inmigración, junto a la lucha antiterrorista y la política internacional, debían "merecer" acuerdos políticos de carácter unánime a fin de acabar con "mensajes irresponsables que erosionan la convivencia".
Para el dirigente sindical, dicho pacto de Estado exigiría políticas estables que eviten la utilización electoral de la inmigración y tendría que asumir la presencia de inmigrantes como parte de la sociedad española en igualdad de condiciones y la inmigración como un fenómeno permanente a abordar desde la estabilidad institucional.
Añadió que el pacto propuesto tendría que plantearse como prioridad la lucha contra los traficantes de seres humanos, transmitir mensajes que no creen alarma social y no culpabilicen a los inmigrantes de problemas de índole social y económica, y reconocer la inmigración como un fenómeno complejo de carácter internacional y distinguir situaciones de emergencia de las políticas migratorias.
Cándido Méndez reclamó, asimismo, la definición de una política de inmigración en el ámbito de la UE, "inexistente" en la actualidad, que permita abordar el fenómeno desde una perspectiva global de colaboración.
"Si falta voluntad política -recalcó- en la Unión Europea para definir una política de inmigración lo que estaría en cuestión no sería la situación de los inmigrantes solamente sino el propio espacio de convivencia social y política que significa la UE".
Lamentó, asimismo, las críticas vertidas desde tres países de la UE contra la política migratoria del Gobierno español, e incidió en el caso de Alemania al afirmar que este país "tenía fuerza económica pero no moral" para criticar ya que hace unos años habilitó tres millones de visados para inmigrantes del Este de Europa.
Respecto a la posibilidad de que los flujos migratorios masivos pudieran incidir de forma negativa en el mercado laboral, el secretario general de la UGT explicó que la erradicación de la explotación de los inmigrantes es una "preocupación permanente" para su sindicato, aunque precisó -a renglón seguido- que la economía sumergida no es consecuencia de la inmigración sino un fenómeno "que existía ya antes".
Méndez añadió que la política del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero está encaminada a resolver el empleo de mano de obra ilegal y recordó que durante el anterior mandato del PP se produjo una regularización "sensiblemente similar" a la última llevada a cabo pero "sin asegurar que los inmigrantes tuvieran un trabajo legal".
Tras destacar que la clave del acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los agentes sociales había sido la legalización del trabajo ya existente, explicó que las políticas de inmigración no debían "confundirse" con la crisis humana que se deriva de la llegada masiva de inmigrantes a Canarias.
Para el responsable sindical, la afluencia continua de cayucos a las islas es "una tragedia ante la que hay que reaccionar, pero que en términos cuantitativos y en materia de inmigración no cambia sustancialmente el flujo migratorio en relación al número de personas que vienen a través de los cayucos, y no confundir la política migratoria en general con la crisis humanitaria que se ha producido". EFECOM
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