Empresas y finanzas

Gas Natural Fenosa prevé invertir unos 14.000 millones hasta 2020

  • Eólica y fotovoltaica serán entre el 70% y el 80% de la nueva potencia
  • Destinará al dividendo el 70% del beneficio
  • Acometerá despidos "no traumáticos" en Chile

Gas Natural Fenosa (GNF) presentó ayer su Visión Estratégica 2016-2020. El grupo prevé invertir 14.000 millones de euros hasta el final de la década, sobre todo en redes de distribución de gas y electricidad, así como en renovables. El beneficio neto debería incrementarse un 4 por ciento, hasta 1.800 millones -el 70 por ciento se repartirá en dividendos hasta 2018- y el volumen de deuda será similar en términos absolutos, pero bajaría un 16 por ciento en relación al resultado.

El nuevo Plan tiene dos períodos bien diferenciados. El primero abarca hasta 2018 y se considera un "compromiso", en palabras de Salvador Gabarró, su presidente; el segundo llega hasta el final de la década y es una "ambición". Les corresponden inversiones de 8.000 millones y 6.000 millones, respectivamente. En conjunto, suponen destinar 2.800 millones anuales, el doble que entre 2012 y 2014, de los que casi la mitad recalarán en España.

El primero de los dos períodos está condicionado por la volatilidad de las divisas y los bajos precios de los hidrocarburos -cree que el crudo no escalará hasta los 65 dólares hasta 2018-, mientras que en el segundo estos obstáculos deberían haberse superado.

Gabarró dijo estar "orgulloso" del Plan y se mostró convencido de que "lo superaremos".

Dividendo del 70%

Hasta 2018 dedicará al dividendo el 70 por ciento del beneficio obtenido -prevé 1.600 millones ese año-, con un mínimo de un euro por acción. Quizá ofrezca la posibilidad de entregarlo tanto en efectivo como en acciones, porque así se lo han pedido algunos accionistas para beneficiarse de las ventajas fiscales existentes. A partir de esa fecha, aunque hay menos definición, debería seguir la misma tendencia.

Se espera que el endeudamiento se sitúe en unos 15.600 millones al final de la década, algo menos que ahora -15.800 millones-, pero dado el crecimiento previsto de la empresa, la ratio deuda/ebitda tendría que ser de 2,5, frente al 3 de hoy en día. Sólo el 16 por ciento vence antes de 2017.

Eólica y fotovoltaica

El grueso de la inversión se destinarán a las redes de gas y de electricidad, seguidas por nuevas centrales de generación. Éstas, en un fuerte golpe de timón, se concentrarán en renovables, concretamente en eólica y fotovoltaica.

Las redes recibirán unos 7.300 millones hasta 2020. Las de gas se llevarán unos 5.100 millones, y se expandirán en España, Chile, México, Colombia y Perú; al final del período, los puntos de distribución deberían crecer en 2,6 millones; ahora dispone de 13,2 millones en todo el mundo.

Por lo que respecta a las redes de electricidad recibirán 2.100 millones. En España apenas evolucionarán -algo las redes inteligentes- mientras que fuera aumentarán en Chile, Colombia y Panamá, con porcentajes de entre el 1 y el 5 por ciento.

En cuanto a las renovables, en el plano internacional la compañía cuenta con 2.700 MW, de los que sólo el 15 por ciento son renovables. En 2020, si se materializan las ambiciones, esa potencia debería doblarse y el peso de las fuentes limpias alcanzar un 40 por ciento del total; eólica y solar serán entre el 70 y el 80 por ciento del incremento. La filial Global Power Generation ya tiene 4.000 MW en proyectos, sobre todo en Latinoamérica, pero también en India, Indonesia, Sudáfrica, Marruecos y Australia.

En España los planes son similares: en la actualidad sólo el 9 por ciento del parque de generación es verde, tiene una cartera de 858 MW renovables y quiere materializar 200 MW antes de 2018 y añadirles otros 550 MW antes de 2020.

Despidos en Chile

La empresa desarrollará un nuevo plan de eficiencia que debería aportar unos ahorros de 220 millones anuales a partir de 2018. Un 20 por ciento provendrá de ajustes en la plantilla "no traumáticos", en palabras de Rafael Villaseca, el consejero delegado. La gran mayoría de los ajustes laborales será en Chile, donde se acomete una importante reestructuración societaria.

Gana 329 millones hasta marzo, un 3,4% menos

GNF también presentó ayer los resultados del primer trimestre, en el que ingresó 329 millones, un 3,4 por ciento menos. Le impactaron la caída de precios de los hidrocarburos, las suaves temperaturas en el hemisferio norte -que redujeron la demanda de energía-, la devaluación de las monedas en Latinoamérica y algunas actividades no recurrentes. 

El resultado bruto operativo (ebitda) llegó a 1.216 millones, un 9,9 por ciento menos. Las redes, sobre todo de gas, sumaron el 58 por ciento de unos ingresos que en un 69 por ciento están regulados. España, con un resultado similar al del trimestre anterior, representó el 56,8 por ciento del total, ejerciendo de soporte, porque en el extranjero cayó un 20,2 por ciento, impactado por los tipos de cambio, que le restaron 52 millones.

Este efecto de los tipos de cambio, remarcó Villaseca, debería diluirse en los próximos meses, según se vayan actualizando las tarifas que cobra por sus servicios a las diferentes tasas de inflación. Haciendo los cálculos en las monedas locales, todas las actividades crecieron durante el período.

Las inversiones materiales ascendieron a 266 millones, un 6,4 por ciento más, centrándose en la distribución de gas y electricidad en España. La inversión neta -con actividades financieras- cayó  un 9,7 por ciento, hasta 257 millones. La deuda neta se redujo un 8,7 por ciento y se situó en 15.817 millones de euros.

Villaseca destacó que los resultados muestran que la compañía es "fuertemente resiliente" al duro entorno internacional y se mostró convencido de que mejorarán en los próximos meses. 

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