Empresas y finanzas

La banca canjeará deuda en Pescanova y diluirá a los antiguos accionistas

  • La operación torpedea el plan de salida a bolsa de la vieja pesquera

El G7, el grupo de acreedores que controla Nueva Pescanova, con un 62% del capital y que está integrado por CaixaBank, Sabadell, Popular, Abanca, BBVA, Bankia, y UBI Banca está preparando ya una nueva ampliación de capital en la compañía, que heredó los activos de la pesquera gallega.

El objetivo, además de reforzar la situación patrimonial de la compañía, pasa por diluir a los antiguos accionistas de la empresa, con lo que se torpedea el plan de salir a bolsa de la antigua Pescanova, su sociedad instrumental, cuyo único activo ahora un 20% de la nueva. Según confirman fuentes financieras próximas al proceso, aunque todavía no está decidido el importe, "se tratará de una cifra elevada", que superará probablemente los 400 millones de euros.

La operación se hará tras el verano, mediante la capitalización de una parte de la deuda de la compañía, que ronda actualmente los 1.000 millones. La banca pretende reducir su nivel de endeudamiento y "contar con mayor capital, ya que con los 100 millones de euros actuales y con un ebitda (resultado bruto operativo) de 30 millones, el grupo no puede sobrevivir", según las fuentes consultadas por este periódico.

Los planes de las entidades financieras confirman, en cualquier caso, los peores temores de los antiguos accionistas de la compañía, entre los que se encuentra su expresidente, Manuel Fernández de Soasa, imputado en la Audiencia Nacional por varios delitos societarios. En este sentido, el pasado 20 de abril, la vieja Pescanova remitió un hecho relevante a la CNMV en el que expresaba ya su miedo a que una eventual ampliación de capital en Nueva Pescanova pudiera diluir su participación en la pesquera, capiteneada ahora por los bancos con el 80% del capital restante en total.

A partir del 31 de julio

Aunque el voto de la antigua Pescanova es necesario para acordar una ampliación de capital en la compañía antes del próximo 31 de julio, de acuerdo con sus estatutos, los administradores de Nueva Pescanova podrían proponer al resto de socios una ampliación a partir de esa fecha.

"Si las razones esgrimidas por los administradores de Nueva Pescanova no fueran por necesidades de tesorería, tal ampliación podría plantearse por capitalización de créditos concursales que vencen a largo plazo", señalan los antiguos accionitas, desde la vieja Pescanova, que ya avisaban de que en dichas ampliaciones de capital por compensación de créditos, tal y como va a pasar, no existe derecho de asunción preferente de los socios, por lo que en este caso vería diluida su actual participación.

La vieja Pescanova, en la que además de Fernández Sousa, está el fondo Luxempart, la empresaria Carolina Masaveu o la cervecera catalana Damm, ha solicitado ya a la CNMV poder volver a cotizar, para dar valor y liquidez a la sociedad. Pero lo tiene muy complicado. El auditor, E&Y, ha denegado la opinión a sus cuentas, puesto que las de su único activo, Pescanova, todavía no están aprobadas.

Fuentes próximas a estos accionistas admiten que hay un problema con los plazos, puesto que si se llega a la ampliación sin el visto bueno para volver a cotizar será muy difícil atraer a nuevos inversores con una participación en la pesquera que estará ya muy diluida tras la ampliación de capital que plantea la banca.

Fianza más alta

La situación de los antiguos accionistas y gestores de Pescanova es, en cualquier caso, más complicada cada día que pasa. El pasado 17 de marzo, el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata incrementó en 117,9 millones de euros las fianzas impuestas en concepto de responsabilidad civil a una decena de altos cargos de Pescanova, a los que se imputa la comisión de delitos de falseamiento de cuentas, falseamiento de información económica, uso de información relevante, estafa y falsificación de facturas.

Con este incremento, la suma total que deben satisfacer de forma solidaria los imputados asciende a 274,4 millones de euros. Entre ellos, se encuentra el expresidente de la compañía, Fernández de Sousa, al que el magistrado considera "máximo responsable" de las irregularidades en la empresa que dirigía.

La banca, que ha tomado el control de la pesquera tras una reestructuración de la deuda con una quita del 70%, cuenta con un plan de negocio que genere valor en un futuro. Una vez que el proyecto haya generado frutos, las entidades pretende vender su participación para recuperar parte del dinero invertido y perdido en la firma gallega.

Desde finales del año pasado, Nueva Pescanova cuenta con un equipo directivo y un consejo de administración propio, una vez ejecutada la reestructuración financiera. Los bancos han nombrado presidente ejecutivo a Jacobo González Robatto y ha fichado en Campofrío a Ignacio González para el puesto de consejero delegado.

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