
Tras catorce meses de difíciles negociaciones, la AEB y los sindicatos rubricaron ayer un convenio colectivo que asegura una revalorización salarial mínima del 4,5% a lo largo de cuatro años para los casi 100.000 empleados del sector. Pero más allá del alza en nóminas en una economía donde hoy los precios no están subiendo, la clave del pacto es que replantea la estructura de convenios previos para adaptarse a los nuevos tiempos, desafío que puso al límite las negociaciones varias veces y a punto estuvo de dejar sin marco estable a las plantillas de los bancos.
La banca pedía flexibilidad y ligar salarios a resultados e, incluso, abaratarlos para adaptarse a un escenario de márgenes a la baja. Por la parte retributiva, el pacto firmado por la AEB con CCOO y UGT incluye un aumento en nónimas del 1,25% en 2016, del 1,50 en 2017 y del 1,75% en 2018.
En 2015 no hay incremento programado, pero no se devolverán la entrega del 0,75% efectuada. De forma adicional se establece la posibilidad de percibir hasta un 0,5% más en función de los resultados de la actividad de explotación de las entidades en paga de beneficios: 0,25 si esa rúbrica rebasa en más del 15% la cifra de 2014 y otro 0,25% si excede el 30%.
La paga de beneficios abandona así la relación anacrónica con dividendos -y perjudicial en plantilla de entidades que no repartían como ciertas filiales de bancos extranjeros- para ligarse a los resultados. Por su parte, los trienios o retribución por antigüedad, que ha sido uno de los grandes escollos para el entendimiento, se analizarán después en una comisión paritaria.
Nueva categoría
Se crea una nueva categoría de acceso a la profesión con contrato indefinido y un salario de 18.000 euros el primer año y 19.700 el segundo para fomentar el empleo estable. Está a medio camino entre los 23.000 euros establecidos hasta ahora para el primer contrato fijo y los 13.000 en prácticas, que invitaban a enrolar personal menos estable para economizar nóminas.
El texto simplifica y homogeneiza condiciones con la creación de un único grupo profesional y el establecimiento de un estándar de 17,25 pagas. En horarios, uno de los caballos de batalla que tiene bloqueado el convenio de cajas, consolida el cierre de los sábados que no se reconocía en el texto pese a que la banca no abre ese día.
"Es un convenio de modernización y de creación de empleo en el sector", indicó el presidente de la AEB, José María Roldán, subrayando la importancia de contar con unas reglas que permitan a los bancos "adaptarse mejor a las nuevas y complejas condiciones del mercado", cuando necesita estabilidad y "certeza en los costes".
Para CCOO y Fes UGT, el convenio es en sí mismo un valor porque evita la incertidumbre y da estabilidad jurídica cuando vuelve a hablarse de ajustes. El secretario de la agrupación del sector financiero de CCOO, Juan José Giner, resaltó la importancia de que obligue a negociar cualquier reestructuración y el de Fes-UGT, Sebastián Moreno, que permita "dar seguridad al suelo de derechos para el conjunto del sector".