Empresas y finanzas

Polonia critica gasoducto ruso-alemán y culpa Berlín doble juego

Berlín, 23 sep (EFECOM).- El ministro polaco de Defensa, Radoslaw Sikorski, arremetió hoy con dureza contra el proyectado gasoducto ente Rusia y Alemania, y culpó al gobierno del ex canciller Gerhard Schroeder, co-impulsor de esa iniciativa, de doble juego.

En su intervención hoy en el X Foro Internacional de la Fundación Bertelsmann, Sikorski dijo que "las razones puramente económicas que esgrimió Schroeder al presentar este proyecto escondían algo más, como hemos sabido gracias a la prensa libre alemana".

Schroeder aceptó una vez sellado su abandono definitivo de la política la presidencia del consejo de la empresa que construirá ese gasoducto, decisión que fue muy criticada en Alemania.

Sikorski fue más allá y recordó que gracias a la prensa se supo también que el gasoducto, proyecto firmado en Berlín por el presidente Vladímir Putin y Schroeder poco antes de las elecciones que éste perdió, fue avalado secretamente con fondos federales.

El ministro adoptó luego ante el foro un tono más grave y acusó a Alemania de haber ocultado información vital para Polonia.

"En el año 2002 Rusia quiso cortar el suministro de energía a Bielorrusia y también nos lo cortó a nosotros. Alemania sabía de esa política de presión y de lo que iba a ocurrir. Pero no nos avisó", aseguró el ministro y agregó: "Si Alemania no quería herir la sensibilidad de Polonia no podía hacer actuado mejor".

Sikorski dijo haber tomado nota de que el gasoducto a través del Mar Báltico asegurará a Alemania y al conjunto de la Unión Europea un suministro energético "sin intermediarios".

"Puede que el gasoducto a través del Mar Báltico sea una buena cosa para Europa Occidental, pero no lo es para Polonia ni para los países a través de los que actualmente se efectúa el suministro, pues quedaremos a expensas de la voluntad de Rusia", afirmó.

Recordó que el gasoducto ya existente, a través de Bielorrusia y Polonia, se construyó previendo dos enganches, lo que hace aún más innecesario el proyecto.

"Construir una extensión al gasoducto existente supondría un ahorro respecto del proyecto en el Báltico de 4.000 millones de euros", recalcó el ministro, que pidió responsabilidad en el diseño de las política energética.

Argumentó que la energía no es una cuestión nacional sino trasnacional y señaló que uno de los grandes interrogantes que se plantea en el futuro en materia de seguridad es, precisamente, el de la seguridad energética. EFECOM

cv/chg

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