
Standard & Poors (S&P) acaba de revisar las calificaciones crediticias de 14 compañías petroleras europeas para adaptarla a un escenario de bajos precios del petróleo. Entre las medidas que ha puesto sobre la mesa la agencia de calificación figura rebaja de la perspectiva de Repsol desde estable a negativa, pese a las desinversiones que la compañía ha realizado durante los últimos quince días y el anuncio de un nuevo plan estratégico a la vuelta de la esquina en el que se espera que se mantenga la disciplina financiera.
Para las grandes compañías integradas, S&P destaca que los precios actuales tendrán efectos adversos en la generación de caja que solo se compensarán con desinversiones.
S&P asume un escenario de precios en el que el petróleo se pagará a 50 dólares en lo que queda de 2015, a 55 dólares en 2016, a 65 dólares en 2017 y a 70 dólares posteriormente. También considera una reducción de las inversiones entre el 15 y el 25% durante este año.
S&P revisa a la baja la perspectiva de BP a la que sitúa en perspectiva negativa con un rating A/A1, igualmente a Eni, con un rating de A/A2, a Repsol con una calificación de BBB-/A3, a Statoil con una nota de AA-/A-1+, entre otras.
En otro orden, la agencia ha rebajado el rating de las compañías EnQuest, hasta B desde B+, y Tullow Oil, hasta B+ desde BB-.
Asimismo, S&P ha empeorado la perspectiva de los ratings de BP y Nostrum Oil & Gas, mientras que ha colocado en vigilancia negativa el de Socar, la compañía estatal de Azerbaiyán.