El mes de agosto ha arrancado de lo más movido en cuanto a ampliaciones de capital. De nuevo, el sector constructor, históricamente el más endeudado, vuelve a desatar las especulaciones dejando en el aire una pregunta: ¿quién será la próxima compañía que axfisiada por sus deudas buscará en el mercado un balón de óxigeno? FCC e Indra son las compañías más señaladas por los expertos.
Las primeras en realizar ampliaciones de capital han sido las compañías del Ibex con peor calificación de su deuda. "OHL y Abengoa están a 5 y 3 escalones respectivamente por debajo del bono basura", señala Felipe López, de SelfBank.
El pasado viernes, la constructora controlada por el Grupo Villar Mir -con una ratio deuda/ebitda de 5,08 veces esperada para 2015- dio el pistoletazo de salida con una ampliación de capital de 1.000 millones de euros. Este lunes, Abengoa -con un nivel de endeudamiento de 4,5 veces beneficio bruto- seguía sus pasos con una operación valorada en 650 millones de euros, es decir, el 48% de su capitalización búrsatil. "Se trata de una actuación positiva en el medio y largo plazo. A pesar de que a corto la dilución del capital y las dudas generen ventas justificadas, alcanzar un nivel de endeudamiento sostenible es la base para el crecimiento futuro", afirma Jaime Díez, analista de XTB.
FCC, en casi todas las apuestas
Aunque el grupo de construcción y servicios que preside Esther Alcocer Koplowitz llevó a cabo una ampliación de capital de 1.000 millones de euros a finales del año pasado, su todavía alto nivel de endeudamiento -6,07 veces el beneficio esperado- sigue siendo un quebradero de cabeza. Era la propia compañía quien confirmaba que después del verano seguirían los esfuerzos para refinanciar deuda. "A priori, y aunque a corto plazo no hay motivo para una nueva ampliación, los malos resultados de este trimestre, y el riesgo a que dicho deterioro en la tendencia del negocio continúe, podría abrir la puerta a tal posibilidad", apunta Oscar Anaya, de Carax Alphavalue.
Indra hace saltar las alarmas
Los decepcionantes resultados del segundo trimestre del año han situado la ratio deuda/ebitda prevista para 2015 en 4,5 veces, lo que, al igual que en el caso de FCC, abre la caja de Pandora a que sea necesaria una ampliación de capital. "Si el recién presentado plan estratégico, así como el ajuste de plantilla no sirven para recuperar el ebitda y reducir la ratio de apalancamiento, Indra no podrá evitar una ampliación de capital", explica Anaya.
Sacyr, la más endeudada
Aunque lidera el ranking de endeudamiento con una ratio de 13 veces beneficio prevista este año, la venta de su división inmobiliaria Testa ha permitido a Sacyr recibir una buena cantidad de liquidez para evitar decisiones indeseadas. "Además, parte de lo recaudado podría ir destinado a amortizar más deuda e incluso podría retomar el reparto de dividendo. Otro factor positivo es la renovación del préstamo por la compra de Repsol: suaviza las condiciones, lo que alivia su situación financiera", apunta López.
Son muchas las voces que apuntan a que, antes de ampliar capital, Sacyr se desharía de otros activos no estratégicos, como Repsol.
Ferrovial, deuda bajo control
A pesar de tener un panorama poco despejado, con una deuda de 6.445 millones de euros, presume de tener el mejor rating del sector.
Los expertos consultados descartan que la empresa presidida por Rafael del Pino protagonice este tipo de operaciones financieras, tras presentar unos buenos resultados y sólidos flujos de caja. En lo que va de año sus títulos caminan a contracorriente del sector, con avances del 35,59%.
¿Y otros sectores?
El sector eléctrico queda fuera de las quinielas gracias a sus buenas calificaciones, visibilidad en sus cuentas y costes financieros reducidos en proporción a su alto endeudamiento. Buenas perspectivas que comparte Grifol.
A pesar de ser la firma que más ha incrementado su nivel de endeudamiento este año, la compañía no tiene vencimientos significativos hasta 2020.
Sus cuentas del segundo trimestre vuelven a demostrar su fuerte generación de caja, lo que le ayudará a reducir apalancamiento.
