
BALPA, la asociación de pilotos a la que están afiliados el 75% de los profesionales de Reino Unido, ha pedido este mes a las aerolíneas que obliguen a los viajeros a que todos los dispositivos electrónicos que cuenten con baterías de litio sean transportados en cabina.
La recomendación, que afecta a los ordenadores portátiles, tabletas, teléfonos, e-books, cámaras y cualquier otro dispositivo que funcione con este tipo de baterías, tiene como objetivo evitar posibles incendios en la bodega del avión.
Como señala la asociación las baterías de litio, que se encuentran en casi cualquier dispositivo electrónico, suponen un peligro potencial para el transporte aéreo, al ser altamente inflamables.
La argumentación de esta asociación ha sido confirmada también por la autoridad del transporte aéreo estadounidense, por fabricantes de aeronaves como Boeing. Aerolíneas como US Airways, Delta o British Airways, hace ya tiempo además que no admiten en sus bodegas envíos de fabricantes de baterías de litio.
El problema con estas baterías reside en que, aunque los casos de incendio son puntuales, las llamas que provocan son de alta intensidad y de complicada extinción incluso cuando el fuego se detecta al poco tiempo de desatarse, como ocurre cuando las baterías arden en la cabina de un avión.
Sin embargo, en una bodega el incendio puede pasar demasiado tiempo inadvertido y, para cuando los pilotos lo detectan e intentan dirigirse al aeropuerto más cercano, puede ser demasiado tarde.
La asociación BALPA reconoce que la mayor parte de estos dispositivos ya viajan de forma habitual en cabina, pero recuerda que es fácil que cualquier viajero pueda olvidarlos en el equipaje cuando, por ejemplo, se ve obligado a facturar a última hora bultos que inicialmente iban destinados a la cabina.
La amenaza es real, y de hecho BALPA recuerda que los incendios en vuelo desencadenados por culpa de baterías de litio están detrás de, al menos, tres accidentes de aviones de carga.