
Grecia ha abonado el nuevo tramo del préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 750 millones de euros. "Sí, realizaron el pago", indicó la entidad dirigida por Christine Lagarde. Pero, ¿cómo lo ha hecho? Según varios funcionarios consultados por Reuters, el Gobierno heleno habría sacado del fondo de reservas del mismo organismo lo necesario para afrontar el pago.
Los países tienen dos cuentas en el FMI: una donde se depositan las cuotas anuales y otra de haberes que se puede utilizar en caso de emergencia. Un funcionario explicó que Atenas sacó 650 millones de euros de la cuenta de haberes para realizar el pago. En paralelo, el BCE ha aumentado el fondo de emergencia a los bancos de Grecia, hasta los 80.500 millones.
Sumados a los 200 millones de euros en intereses que abonó el miércoles pasado, solo en mayo Grecia ha devuelto al Fondo 950 millones de euros. Según datos del Ejecutivo heleno, en lo que va de año el país ha restituido una suma que asciende a aproximadamente 6.000 millones de euros.
En junio, cuando finaliza la prórroga de cuatro meses del segundo rescate que el Gobierno de Alexis Tsipras acordó con las instituciones, Grecia tendrá que abonar al FMI más de 1.563 millones de euros en cuatro tramos.
El Eurogrupo constató ayer exiguos avances en la negociación con Grecia. Atenas y los ministros continuaron gastando páginas para cerrar el capítulo crucial de la saga griega que arrancó hace cinco años: la conclusión de su programa de reformas para liberar los 7.200 millones que quedan. Tras la tormenta política (inesperada) desatada durante el Eurogrupo informal en Riga (Letonia), llegó la calma (excesiva) durante la reunión de los ministros de Finanzas del euro ayer en Bruselas.
En su encuentro regular, el Eurogrupo apenas tomó nota del progreso visto durante las dos últimas semanas en la negociación entre las instituciones y el Ejecutivo de Syriza. Fuera de la sala quedaron discusiones políticas de alta tensión, como la posibilidad de organizar un referéndum en Grecia.
Este progreso quedó reflejado en un rácano comunicado del Eurogrupo. Los ministros reconocen que la reorganización de la negociación, que básicamente orilló al titular de Finanzas, Yanis Varoufakis, "ha hecho posible una aceleración" de las discusiones y "ha contribuido a una discusión más sustancial". Sin embargo, el texto también apunta que "se necesita más tiempo y más esfuerzo para salvar las distancias".
Tras la conclusión del Eurogrupo, el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, señaló que se había logrado progresar en áreas como la reforma del IVA, en el tratamiento de los créditos morosos o la creación de una agencia independiente para la recaudación fiscal. Varoufakis constató el avance en estas áreas, además de en el campo de las privatizaciones.
Sin embargo, ambos lados continúan chocando en el ajuste de las pensiones y la reforma laboral. En este último punto, Varoufakis admitió que Atenas tiene "un punto de vista particular" que roza con el de sus acreedores internacionales, no tanto por un asunto ideológico sino por el diferente diagnóstico de los problemas del mercado laboral griego. Según dijo el ministro, el problema de Grecia no es la sobrerregulación del mercado laboral, sino la del empleo sin declarar.