
Las exigencias de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para que pueda llevarse a cabo la operación violan las reglas europeas sobre libre movimiento de capitales y la libertad de establecimiento, según las conclusiones preliminares de la Comisión Europea. Por su parte, el Gobierno asegura que las condiciones no violan las normas comunitarias.
La Comisión Europea considera que la mayoría de condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la fusión de E.ON y Endesa son incompatibles con la legislación comunitaria, informó hoy el Ejecutivo de la Unión Europea.
Según las conclusiones preliminares de Bruselas, que ya han sido notificadas a las autoridades españolas, las exigencias de la CNE violan las reglas europeas sobre libre movimiento de capitales y libertad de establecimiento.
La Comisión Europea cree que las exigencias del regulador español no se justifican por la seguridad pública y no son necesarias ni proporcionadas para la protección de esa seguridad pública.
El 4 de septiembre vence el plazo
Si estas conclusiones preliminares se confirman, la Comisión podría concluir que España ha violado el reglamento europeo de concentraciones (el artículo 21 de esta norma) y solicitar la retirada de las condiciones incompatibles con la legislación comunitaria. De momento, el Gobierno tiene de plazo hasta el 4 de septiembre para contestar a la Comisión.
Bruselas recordó que tiene competencia exclusiva sobre las regulaciones de dimensión comunitaria, sobre las que los Estados miembros no pueden aplicar su legislación nacional.
Tampoco pueden adoptar medidas para prohibirlas o perjudicarlas, excepto si esas medidas protegen intereses distintos a la competencia y son necesarias y proporcionadas, además de compatibles con la normativa europea.
La seguridad pública, la pluralidad de los medios y las reglas prudenciales son los únicos intereses considerados legítimos por Bruselas e incluso en esos casos las medidas deben ser proporcionadas y compatibles con las leyes europeas.
La Comisión Europea dio el pasado 25 de abril su visto bueno a la propuesta de compra de la alemana E.ON sobre Endesa, al considerar que no afectaría negativamente a la competencia en el Espacio Económico Europeo.