Empresas y finanzas

El ataque del FT contra Bankia: "El banco que quebró España y forzó su rescate"

El pasado 9 de mayo el Estado acordó la nacionalización de Bankia. Fue casi un año después de su estreno en bolsa y 18 meses más tarde de su nacimiento, a partir de la unión de Caja Madrid y Bancaja y otras 5 entidades más pequeñas. En prácticamente un abrir y cerrar de ojos, la entidad se convirtió "en la mayor catástrofe bancaria en la historia de España".

Con estas palabras, el Financial Times dedica un duro ataque al banco, al que culpa de haber forzado el rescate financiero del país.

Dos semanas después de que Bankia fuera intervenida, el nuevo presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, pidió al Estado una ayuda pública de 19.000 millones de euros para poder seguir adelante. Un paso que, según el FT, impulsó aun más hacia el abismo las maltrechas finanzas públicas de España y fue decisivo para que el país decidiera finalmente pedir ayuda a la Unión Europea. No en vano, "Goirigolzarri pidió ayuda al Estado en un momento en que a España le resultaba cada vez más caro financiarse en el mercado", recuerda el rotativo.

Además, se hace eco de unas declaraciones recientes del presidente de Banco Popular, Ángel Ron, en las que apuntó que la "ultimísima fase de la crisis ha tenido como detonante la situación de una entidad grande -en alusión a Bankia- y a sus enormes necesidades de capital y la aparente incapacidad para abordarla por sus propios medios".

Los orígenes del problema

Los orígenes de la institución "que tanto daño hizo a España" se encuentran en las comunidades, que han ganado importantes competencias en los últimos años, señala el FT. Muchos de sus componentes (Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja de La Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia) estaban estrechamente vinculados a los partidos políticos que gobernaban en la zona donde operaban. Caja Madrid y Bancaja fueron influenciadas y dirigidas por el Partido Popular, apunta.

Además, recuerda que por encima de todo, las cajas fueron las entidades más expuestas al ladrillo, tras haber financiado el boom inmobiliario en los años previos a su estallido, a finales de 2007.

"Las entrevistas con ejecutivos de Bankia, otros banqueros y analistas muestran que se cometieron errores por todos los lados. Por parte de los políticos -nacionales y regionales, tanto del PP como del PSOE-, de los directivos anteriores y actuales del banco y todos sus componentes, por parte de los analistas bancarios e incluso por parte de unos medios de comunicación suficientemente curiosos". Especialmente, con las locuras cometidas en materia inmobiliaria.

Claro que al mismo tiempo, las advertencias del exterior sobre el recalentamiento del mercado inmobiliario fueron pasadas por alto.

Y el problema se hizo público

A medida que la crisis se recrudecía, las autoridades españolas, europeas e internacionales empezaron a incrementar sus exigencias de capital a las entidades. Bankia empezaba a notar esa mayor presión, pero no lo hizo patente. Cuando Goirigolzarri pidió ayuda pública mostró que el banco estaba en un estado mucho peor que lo que los anteriores gestores de la entidad habían dicho. La demanda de una inyección de capital del Estado se produjo tres meses después de que su predecesor, Rodrigo Rato, asegurara que Bankia podría cumplir con las exigencias de provisiones sin necesidad de más ayuda.

Poco antes, incluso muchos vieron con buenos ojos la salida a bolsa de la entidad, una operación con la que la mayoría estuvo de acuerdo en su momento, aunque ahora admitan que nunca debería haber ocurrido en la manera en que lo hizo. "Hubo mucha improvisación", "fue una operación muy extraña.", señalan algunos expertos al FT.

Entre las víctimas, concluye el periódico, no solo figura el prestigio internacional de España y la reputación de su sistema bancario, sino también los cientos de miles de clientes que compraron acciones de Bankia pensando que era una inversión segura. El gobierno se resiste a una investigación pública, pero la Fiscalía ha abierto diligencias  y sopesa al menos cinco posibles delitos en Bankia, incluidos el fraude, falsedad documental y malversación de fondos.

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