Natalia Kidd
Buenos Aires, 9 feb (EFECOM).- Una mujer, Cristina Fernández de Kirchner, fue elegida por primera vez para gobernar Argentina, pero lo que se muestra como una conquista histórica por ahora no tiene correlación con una efectiva igualdad de condiciones para sus semejantes en el mercado laboral del país.
Es un hecho que las mujeres son más: el 51 por ciento de la población argentina. Sin embargo, según datos difundidos recientemente por el Ministerio de Trabajo, el 64 por ciento de los puestos laborales está ocupado por varones.
Para Jorge Colina, investigador jefe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), esto "tiene que ver con que los hombres, en mayor proporción que las mujeres, ocupan el rol de jefes de familia", que en un 69 por ciento son varones, mientras las mujeres, si no sostienen del hogar, "tienen en muchos casos la opción de retirarse del mercado laboral si es que no encuentran trabajo o lo que les ofrecen no cumplen con sus expectativas".
Este es un dato no menor pues, según el economista, gran parte de la caída en el índice general de desempleo registrada en los últimos años en el país, tras la crisis de 2001-2002, se explica por mujeres que dejaron de buscar empleo.
De acuerdo a un informe de esta consultora, de las 68.000 personas que declaraban ser desempleadas hace un año y ahora han dejado de serlo, 57.000 -en gran proporción mujeres- pasaron a la inactividad, es decir, dejaron de buscar empleo.
Además de ser menos en el campo laboral, las mujeres están peor remuneradas, un 20 por ciento por debajo de los varones por similar trabajo, según cálculos privados.
Para María Lucila Colombo, presidenta del Consejo Nacional de la Mujer, que depende de la Presidencia argentina, las mujeres no sólo cobran menos sino que tienen dificultades para ascender en la escala laboral y, por lo tanto, para acceder a mejores salarios.
Además, a su juicio, puestos tradicionalmente ocupados por mujeres, como la docencia o la enfermería, "están desvalorizados socialmente".
Las estadísticas oficiales muestran que sectores como la industria, la construcción y el comercio, considerados motores de generación de empleo, son terrenos dominados por hombres, mientras que las mujeres suman mayoría en educación, salud y servicio doméstico.
La informalidad es otro lastre, ya que mientras el empleo "en negro" afecta al 37 por ciento de los varones con trabajo, el 47 por ciento de las asalariadas no está registrada.
"La consecuencia es que las mujeres no pueden acceder a los beneficios de la seguridad social y es más precario su ejercicio de los derechos laborales, como estabilidad, vacaciones o aguinaldo", advierte Colina.
Otro punto débil es el acceso de mujeres a puestos de decisión. Según datos de Idesa, de las 300.000 personas que ocupan cargos directivos en Argentina, apenas el 27 por ciento son mujeres, aunque la proporción es más baja aún en el sector privado, el 23 por ciento.
"La maternidad es un factor que influye en el acceso asimétrico a cargos directivos. Para acceder y mantener cargos directivos se necesita hacer carrera y además tener una dedicación al trabajo mayor o más intensa. Cuando las mujeres dan prioridad a la maternidad se les restringe la carrera laboral, con lo que los hombres terminan ocupando en mayor proporción estos cargos", dice Colina.
Para Colombo, el problema radica en que, en general, "no se asume la responsabilidad familiar y el cuidado de los hijos como un valor social que debe ser compartido entre mujeres y varones" por lo que a las mujeres "se las discrimina" en el mundo laboral "por tener una vida familiar, como si fuera una incompatibilidad".
Estamos lejos de tener una conciencia social porque hay discriminación de género y por lo tanto las políticas tienen que mirarse con lupa cada vez que se habla de la justicia social, afirmó Colombo, quien opinó que el hecho de que Cristina Fernández ocupe la Presidencia permitirá "acelerar" las políticas en pro de la igualdad de género.
Colombo marcó algunos logros recientes, como la salida del olvido de 300.000 trabajadoras domésticas o la moratoria de 2007 que permitió jubilarse a 1,2 millones de amas de casa que no tenían aportes suficientes a la seguridad social.
Argentina cuenta con una ley de cupos en la administración pública y las autoridades impulsan un proyecto similar para el sector privado.
También se derogaron normas discriminatorias para las mujeres en las Fuerzas Armadas y el Gobierno concede ayudas financieras a pequeños proyectos productivos capitaneados por mujeres.EFECOM
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