SAVERNE (FRANCIA), 31 (Reuters/EP)
El fabricante sueco de automóviles Volvo, perteneciente al consorcio Ford, ha sido multado con 200.000 euros por un tribunal de Francia, con motivo de un accidente de tráfico con uno de sus modelos en el que los frenos podrían haber tenido un defecto en su funcionamiento.
La compañía ha rechazado la posibilidad de que este accidente de tráfico fuera provocado por un defecto mecánico, por lo que tiene previsto recurrir esta decisión del tribunal galo.
El accidente, que tuvo lugar en el centro de la localidad de Wasselone, el Nordeste de Francia, en 1999, se produjo después de que la conductora de un Volvo 850 TDI perdiera el control de su vehículo y atropellara a tres niños.
Con motivo del impacto, dos de los niños atropellados perdieron la vida y otro sufrió lesiones de gravedad. La conductora del vehículo, un profesora de escuela, fue condenada a seis meses de cárcel, al pago de 300 euros de multa y le fue retirado el permiso de conducción durante un año.
Ante esta sentencia, la conductora del vehículo denunció que el freno del automóvil en el momento del accidente estaba demasiado rígido, lo que provocó que ella no pudiera detener el coche a tiempo.
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