
Banco Base -proyecto de unión entre la CAM, Cajastur y las cajas de Extremadura y Cantabria- ha acordado dar por terminados y sin efectos los acuerdos de la constitución de la "fusión fría" por la que nació esta entidad. Tras la liquidación, la CAM ha decidido comprar la ficha bancaria a sus antiguos socios, para lo que destinará unos 12 millones de euros.
El peso que cada una tiene en Banco Base se reparte de la siguiente manera: CAM (40%), Cajastur (40%), Caja Extremadura (11%) y Cantabria (9%).
En un comunicado enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se recuerda que las asambleas Generales de tres de estas cajas -todas menos la CAM- decidieron "no autorizar la segregación de sus respectivos negocios financieros" a Banco Base, en los términos previstos en los respectivos proyectos comunes de segregación.
Así, la entidad entiende que "no se cumplen los presupuestos y condiciones necesarias para la puesta en marcha efectiva del sistema institucional de protección (SIP) promovido por las citadas cajas".
En este sentido, se ha suscrito un contrato para la liquidación "ordenada y de buena fe" de sus relaciones derivadas del proceso de integración y como accionistas de la nueva entidad, que incluye la compraventa de la totalidad del capital social de dicha entidad por parte de la caja alicantina, unos 12 millones de euros.
Esta operación facilita el plan de negocio futuro de la caja, la petición de ayudas públicas a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y ha contado con el visto bueno del Banco de España, señalaron a EFE fuentes financieras.
La ruptura del proyecto de Banco Base con cuatro cajas ha provocado que aflorasen los problemas de solvencia y morosidad que tiene la CAM, fruto de su alta exposición al sector del ladrillo.
Tras el fracaso de Banco Base, el Banco de España y la caja han intensificado la búsqueda de un "caballero blanco" que rescate la entidad. Entre los posibles socios que suenan con más fuerza figuran Santander, BBVA o Sabadell.