
El jefe de mantenimiento de la agencia de valores, Miguel Angel Vicente González, ha comparecido hoy ante el fiscal. En sus declaraciones, ha acusado al principal imputado, Antonio Camacho, de determinar el porcentaje de rentabilidad aplicable a cada cliente, que podía variar entre el 5% para los clientes ordinarios y el 25% para los "especiales".
El acusado, para quien la Físcalía pide ocho años de cárcel por un delito de apropiación indebida, explicó que él era el encargadado de transcribir al programa informático los listados de los clientes con las cantidades invertidas y los tramos de interés correspondientes a cada uno. Previamente, Camacho había anotado estos datos en una hoja que era conocida como "la quiniela".
Vicente admitió que existían clientes "especiales" que recibían un trato preferencial, con unas rentabilidades que oscilaban entre el 15 y el 25% cuando este porcentaje era, entre 1991 y 2004, del 13,6%. Entre estos clientes especiales se encontraba el acusado y su familia, que invirtieron por primera vez en la empresa Gaesco, donde trabajaba Camacho hasta fundar Gescartera.
Inversiones muy provechosas
Según declaró, el jefe de mantenimiento consiguió multiplicar por 15 la rentabilidad de su inversión personal en la agencia de valores. Vicente explicó que su familia invirtió a principios de los años 90 alrededor de 120.000 euros en renta fija, que alcanzaron alrededor de 2,4 millones de euros en 2001 al aplicar unos tipos anuales del 23%.
Dicha inversión inicial pasó a las arcas de Gescartera en 1994 convertidos en casi 600.000 euros. Allí se depositaron con un contrato de renta fija, a una rentabilidad que llegó a alcanzar un porcentaje del 26,10%. Vicente afirmó que cada vez que su familia necesitaba dinero, retiraba parte de los fondos en Gescartera con talones nominativos. "Camacho nos sugería que cobráramos cantidades de menos de 3.000 euros", explicó, ya que de esta manera el portador podía cobrar el cheque sin identificarse.
El acusado admitió que "nunca" declaró el aumento de los ingresos en Gescartera y que en una ocasión sacó 127.000 euros para que su hermano se comprara una casa que sí incluyo en la declaración del IRPF. Según indicó, recibía un sueldo mensual de 900 euros, que durante los meses de 2001 antes de la intervención del 14 de junio aumentó hasta los 2.400 euros.
Un largo proceso
Desde el inicio del juicio el pasado 17 de septiembre, han declarado ante el tribunal el propietario de Gescartera y principal imputado, Antonio Camacho; la presidenta, Pilar Giménez-Reyna; o el número dos de la agencia de valores, José María Ruiz de la Serna, entre otros.
Aparte de los 14 acusados, en el juicio están personadas 40 acusaciones particulares, la Fiscalía Anticorrupción, responsables civiles y subsidiarios y partícipes a título lucrativo, lo que suma alrededor de 100 partes personadas.
El escándalo financiero descubierto en 2001 afectó a unos 4.000 inversores por un desajuste patrimonial que alcanzó los 52 millones de euros. En el sumario, de más de 50.000 folios, figuran como responsables civiles directos las sociedades Gescartera Dinero AV, Gescartera Gestión SGIIC y Asesoría y Gestión de Patrimonios. Las entidades Caja Madrid y La Caixa están considerados responsables civiles subsidiarios por las acusaciones particulares después de no conseguir responsabilizar al Estado.
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