Camacho asegura que en 2001 Gescartera tenía un superávit de 18,03 millones

Madrid, 25 sep (EFECOM).- El principal imputado en la vista oral de Gescartera aseguró hoy, a preguntas de su defensa, que Gescartera tenía un superávit en 2001, año en el que fue intervenida, de 18,03 millones de euros, con lo que "hoy sería una de las sociedades más importantes en el sistema financiero español".

En la cuarta sesión del juicio oral por este escándalo financiero, Antonio Camacho relató que le era "imposible" conocer las 44.624 operaciones de bolsa que se hicieron en el año 2.000 con compras por 66.000 millones de pesetas (396 millones de euros), pero que, a partir de 1996, por indicación de la CNMV se hizo un esfuerzo en medios materiales y humanos para hacer viable a Gescartera.

Así, según Camacho, se fichó a José María Ruiz de la Serna y Salvador Alcaraz, con "responsabilidades destacadas" en la CNMV y "recomendados" por el jefe de supervisión del organismo regulador Ramiro Pardo Martínez del Valle.

En el "holding" de Gescartera (con la agencia de valores, una gestora de cartera, una gestora de fondos de pensiones y una red comercial" también había más de una veintena de consejeros que "creían" en el proyecto de Gescartera, afirmó Camacho ante la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Tanto el personal como los consejeros, siempre según Antonio Camacho, se guiaban por "un manual de procedimiento" con "buenas prácticas" al estilo del actual código de buen gobierno o código Conthe, para afianzar una agencia de valores que "estaba despegando y recuperándose notoriamente".

En concreto, según los datos expuestos por Camacho, en 1999 se produjeron unas pérdidas de 8.000 millones de pesetas (48 millones de euros), mientras que, en 2000, se aminoraron a 1.200 millones de euros (7,21 millones de euros), y, en 2001, "los pocos meses que nos dejaron operar", se produjeron plusvalías de 3.000 millones de pesetas (18,03 millones de euros).

Antonio Camacho relató que, con estas cifras, intentó reflotar la compañía a través de la sociedad instrumental "Martin Investments", dado que estaban en una "realidad positiva y de ascenso" en la que "creía el 'staff' de Gescartera".

Como ejemplo de ello, Camacho explicó que valores como Sniace y Radiotrónica (Avanzit) han tenido una "evolución muy positiva" con "un recorrido al alza tremendo, lo que habría sido un éxito total para las plusvalías de nuestros clientes" en caso de que no hubiese intervenido la agencia de valores.

Antonio Camacho insistió, al igual que ayer, lunes, en que, por un lado, estaba la gestión de la cartera del patrimonio de clientes, que asumían el riesgo de la renta variable en los mercados y, por otro, los "clientes-maestros" o prestamistas, con "un tipo de interés muy superior al del mercado" y "muy cercano a la usura".

En estos depósitos de préstamos, el interés se situaba entre el 15 y el 20 por ciento, lo que llevaba a revalorizar la inversión en un 60 por ciento en poco más de tres meses.

En otro momento de su declaración, Antonio Camacho, para quien el fiscal pide once años de cárcel por apropiación indebida y falsedad, se refirió a su actual mujer, Laura García Morey, también imputada en esta vista, a quien exculpó de toda responsabilidad al entrar como becaria en Gescartera en noviembre de 1998, recomendada por un miembro de la asesoría jurídica de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Tras las respuestas de Camacho a las preguntas de su defensa, continúa la declaración de otros imputados como la ex presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, y el antiguo director general de la compañía, José María Ruiz de la Serna, a los que Antonio Camacho derivó parte de la responsabilidad de la gestión de Gescartera. EFECOM

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