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Bush y Bernanke calman mercado con planes para afrontar la crisis hipotecaria

Celine Aemisegger

Washington, 31 ago (EFECOM).- El presidente George W. Bush, y el máximo responsable de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, enviaron hoy un mensaje tranquilizador a inversores y entidades financieras al hacer sendos anuncios para suavizar los efectos de la crisis hipotecaria sobre la economía de Estados Unidos.

Con pocas horas de diferencia, Bernanke primero y Bush después, prometieron que harán todo lo necesario para mitigar las consecuencias de la crisis del mercado de hipotecas de alto riesgo (subprima) y subrayaron la "salud" económica del país en estos momentos.

A diferencia de Bernanke, que se limitó a repetir lo que ya había dicho en sus últimas comparecencias públicas, Bush presentó desde los jardines de la Casa Blanca medidas concretas.

El mandatario estadounidense anunció un plan concreto y detallado con el cual el Gobierno pretende ayudar a aquellas familias que no pueden hacer frente al pago mensual de sus hipotecas y reformar el sistema de financiación de los créditos.

Durante su intervención, Bush instó al Congreso a que apruebe la modernización de la Administración Federal de la Vivienda (FHA en sus siglas en inglés), que es la institución estatal que asegura hipotecas, dado que la reforma lleva ya 15 meses en manos de los congresistas sin que se haya hecho algo.

La administración Bush también lanzará una nueva iniciativa denominada "FHA Secure", que permitirá que la agencia gubernamental extienda la garantía a las hipotecas a compradores con un buen historial crediticio pero que no han podido hacer frente a todos los pagos a tiempo debido a la subida de las tasas de interés.

Otra medida del Gobierno se refiere a la fiscalidad, pues el presidente Bush pretende proponer al Congreso un "alivio temporal de los impuestos" para asegurar que las familias a las cuales se les condone parte de su deuda, no tengan que declarar esto como ingreso a los efectos de impuestos.

Por último, el Ejecutivo de EEUU también creará un programa para informar a la sociedad estadounidenses sobre los instrumentos financieros que tiene a su disposición y ayudar a familias que no pueden pagar sus hipotecas a encontrar una solución para refinanciar el crédito.

Después de anunciar el plan de ayuda federal, Bush instó a las entidades crediticias a "que cooperen con los consumidores para el ajuste de las hipotecas".

El mandatario estadounidense calificó de "modestas" las turbulencias que la crisis de hipotecas de alto riesgo han causado en la economía del país, y señaló que el Gobierno "tiene un papel en la ayuda a las familias, pero no para salvar a los especuladores".

Con palabras similares se pronunció Bernanke, quien afirmó que "no es responsabilidad de la Reserva Federal proteger a las entidades crediticias e inversores de las consecuencias de sus decisiones financieras".

Sin embargo, prometió actuar "como sea necesario" para evitar que la falta de confianza en el sistema crediticio estadounidense, aquejado por la falta de liquidez, se extienda al sector financiero y afecte al crecimiento económico del país.

En su intervención ante expertos financieros en Wyoming, Bernanke recordó las medidas que ha tomado la Fed en las últimas semanas para prevenir mayores consecuencias de la crisis hipotecaria.

En este sentido se refirió a las inyecciones de dinero, a la reducción, en medio punto porcentual, de la tasa de descuento para los préstamos a bancos y al recorte de la tasa de los bonos del Tesoro, para demostrar la importancia que concede la autoridad monetaria a este problema.

La Fed, insistió, "está preparada para tomar acciones adicionales, cuando procede, para proveer a los mercados de liquidez y promover el funcionamiento ordenado de los mismos".

Bernanke no especificó cuál será el próximo paso del banco central pero en el mercado existe una gran expectación a que reduzca, en un cuarto punto básico, los tipos de interés, que permanecen en el 5,25 por ciento desde junio de 2006.

Esta intervención podría producirse en la reunión que celebrará el organismo el próximo 18 de septiembre, según los analistas.

Los anuncios de Bush y Bernanke han tranquilizado, al menos de momento, los mercados, con la bolsa de Nueva York al alza hacia la media sesión, y la de Londres con una subida del 1,47 por ciento al cierre de la sesión. EFECOM

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