
Endesa cuenta ya con 5.000 dispositivos en los domicilios de los clientes de tres provincias (Málaga, Sevilla y Barcelona) lo que supone la entrada en España de servicios de valor añadido en la medida eléctrica y un paso definitivo hacia las redes inteligentes.
La instalación de este telecontador supone el punto de arranque para la sustitución masiva de los antiguos contadores en los domicilios para que a finales del 2015 se haya instalado el nuevo contador en 13 millones de usuarios con una potencia contratada hasta 15kW.
El plan desarrollado por Endesa supone una inversión de más de 1.600 millones de euros y la creación de unos 2.000 empleos directos, tal y como adelantó elEconomista.
Endesa se encargará de sustituir los antiguos equipos de modo progresivo, y a las ciudades que ya cuentan con los primeros telecontadores les seguirán ciudades como Badajoz, Zaragoza, Palma de Mallorca, Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife, para terminar 2010 con 150.000 contadores inteligentes en funcionamiento.
La fabricación de los primeros 3,5 millones de contadores así como las operaciones de instalación en los domicilios se encuentran ahora mismo en fase final de licitación. Actualmente ya se han recibido ofertas de más de 160 empresas para hacer 6 millones de operaciones en equipos de medida en los domicilios de nuestros clientes por año.
La telegestión permitirá al cliente conocer los datos de su consumo eléctrico de modo casi instantáneo, por lo que tendrá la posibilidad de elegir las mejores tarifas para sus necesidades energéticas y planificar su consumo. Además, todas las operaciones de alta y baja de contrato, reconexiones, control de potencia y cambios de tarifa se podrán realizar de manera remota e inmediata.
Ventajas para el sistema eléctrico
También ofrece ventajas para el sistema eléctrico: proporciona información fiable y constante sobre el comportamiento de la red, lo que permite una mejor toma de decisiones de explotación; mejora la eficiencia global del sistema eléctrico y podrá evitar sobrecargas; contribuye a disminuir las pérdidas de distribución; y favorece la gestión de la demanda energética, contribuyendo a la eficiencia energética y a la reducción de emisiones de CO2.