Río de Janeiro, 14 jun (EFECOM).- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que mantendrá "seriedad" en sus políticas económicas, elogió la estabilidad alcanzada durante su gobierno y prometió generar millones de nuevos empleos.
"Es necesario que tengamos optimismo. Este país debe parar de pensar negativamente, pensar que depende de nosotros, de nadie más", dijo al destacar que Brasil acumula hoy reservas internacionales por 140.000 millones de dólares y no le debe ni al Fondo Monetario Internacional ni a los bancos del Club de París.
"Nadie está necesitando de ellos. Pagamos porque queremos ser dueños de nuestra nariz y manejarnos por nuestra propia cuenta", dijo un Lula visiblemente entusiasmado ante un grupo de obreros y empresarios del sector naval y petrolero.
Lula inauguró hoy la P52, una plataforma petrolera de la estatal Petrobras construida en Brasil con una inversión de 1.100 millones de dólares para producir 180.000 barriles por día (bod) de crudo en alta mar.
Durante su discurso improvisado en una astillero de la localidad de Angra dos Reis, en el estado de Río de Janeiro, Lula dijo que la recuperación de la industria naval y el crecimiento de la industria petrolera son ejemplos de lo que definió como éxitos de su gobierno.
La P52 garantizará la autosuficiencia energética de Brasil, que producirá ya a partir de fin del 2007 dos millones de bpd, un volumen superior al que consume el mercado interno, según Petrobras.
A pesar del optimismo oficial y de una economía que ha alcanzado el equilibrio, baja inflación y es un polo de atracción de capitales nacionales e internacionales, el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil crece por debajo del promedio del resto de América Latina.
Datos oficiales difundidos ayer dan cuenta de un avance de 0,8 por ciento en el primer trimestre, comparado con el último de 2006 y de 4,3 por ciento en relación a igual período de 2006.
Si se proyecta a todo 2007, la tasa de enero a marzo arroja un 3,8 por ciento, por debajo de la meta oficial de entre 4,5 y 5,0 por ciento y más cerca del 3,7 por ciento de 2006.
"Las cosas están dando resultado, tengo la seguridad de que vamos a crecer más en el segundo trimestre, en el tercer trimestre y en 2008, porque el país está preparado para emprender una larga caminada de crecimiento sin necesidad de pasar un susto", dijo el presidente.
Los críticos del bajo crecimiento de Brasil, así como empresarios y algunos economistas, piden reducir los tipos de interés -los más altas del mundo en términos reales y nominales- y contener una constante revaluación del real frente al dólar.
Esa revaluación pone en riesgo millares de empleos industriales del país a causa de importaciones masivas de manufacturas importadas, simultánea a la pérdida de competitividad internacional de las exportaciones brasileñas.
Lula afirmó que ese crecimiento sostenido es posible sin necesidad de "inventar nada, ni el presidente inventar una magia en la televisión".
El único consejo válido, dijo, "es el de la seriedad" porque si un presidente se equivoca quienes se "van a quebrar las espaldas" son los más débiles, los trabajadores.
Lula habló en tono de campaña electoral y dijo que al fin de su segundo gobierno, en 2010 cada ciudad y cada pueblo de Brasil tendrá una escuela técnica y una extensión universitaria y energía eléctrica suficiente y serán creado millones de nuevos empleos. EFECOM
ol/jma
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