Buenos Aires, 30 may (EFECOM).- El caso de corrupción que involucra a Skanska en Argentina "es devastador" para la compañía constructora sueca, admitió su presidente, Stuart Graham, en entrevistas que publican hoy los principales diarios de Buenos Aires.
Graham, de nacionalidad estadounidense, subrayó que Skanska "es seria", que fue la que descubrió los ilícitos y no tiene la culpa de las acciones de "siete tipos malos" de su filial en Argentina a quienes echó el año pasado.
Apuntó que "es la primera vez" que la compañía se ve involucrada en un caso de corrupción y negó que haya pagado sobornos, uno de los delitos que investiga la justicia argentina.
Skanska y otras empresas son investigadas por una millonaria evasión de impuestos cometida mediante facturas falsas de la firma Infiniti Group, actuaciones que están en manos del juez Javier López Biscayart, quien ha procesado a los ex empleados de la compañía sueca.
Mientras, el juez federal Guillermo Montenegro investiga el presunto pago de sobornos para que la constructora sueca se adjudicase obras de gasoductos que son financiados con fideicomisos, asunto que desembocó en el cese de dos funcionarios y la renuncia de otro.
"Sí, en algunos aspectos Argentina es peligrosa para hacer trabajos en obras públicas. También lo son otros países", comentó Graham al diario La Nación.
"En todos los países hay gente que ve un contrato de construcción como un gran botín de dinero del que puede sacar algo", agregó el directivo de Skanska.
Puso de relieve que la propia compañía detectó una evasión de impuestos por 17 millones de pesos (5,48 millones de dólares) por medio de facturas falsas de Infiniti Group, le avisó al Fisco y canceló esa suma.
"Nosotros pagamos lo evadido y las multas" al Fisco, indicó al afirmar que la empresa desconoce "adónde fue el dinero" evadido por los empleados deshonestos.
"No somos corruptos", insistió Graham al diario Clarín, al que le aseguró que tiene "un compromiso personal con la lucha contra la corrupción en los negocios de la construcción".
"Usted puede imaginar lo devastador que es para nosotros esta situación en Argentina. Hay un pequeño grupo de gente que se apartó de nuestros procedimientos y está dañando, atacando nuestro nombre", puntualizó.
Skanska, cuya sede regional para Latinoamérica está en Buenos Aires, tiene una facturación anual de unos 17.000 millones de dólares, según datos de la compañía. EFECOM
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