Gonzalo Robledo
Tokio, 12 ene (EFECOM).- La fuerte demanda de coches pequeños confirma la fuerte tendencia ahorradora de los consumidores japoneses y acelera al éxodo de los fabricantes nipones hacia los países emergentes.
En la lista de coches más vendidos del año 2006 en todas las categorías, seis modelos fueron mini-vehículos, automóviles con motores de menos de 660 centímetros cúbicos cuya popularidad sube a medida que encarecen los combustibles.
El más vendido del 2006 fue el Wagon R de Suzuki, un mini-vehículo que ocupa el primer lugar por tercer año consecutivo pese a que sus ventas anuales bajaron un 6,6 por ciento, hasta las 221.066 unidades.
En segundo lugar estuvo el Move de Daihatsu, seguido del Corolla de Toyota, un sedan compacto que ocupó la primera posición entre los turismos normales por cuarto año seguido.
Figuraron además el utilitario Vitz (Yaris) de Toyota y el Fit de Honda y destacó por su ausencia Nissan cuyos vehículos más pequeños son subcontratados al Mitsubishi.
El número de matriculaciones de vehículos en Japón en 2006 bajó un 1,9 por ciento, hasta los 5.739.506 vehículos en una contracción que responde, además de al encarecimiento de los carburantes, a la cautela de los consumidores que tardan en percibir en sus salarios las fuertes ganancias de las empresas.
Aunque muchos exportadores japoneses esperan beneficios sin precedentes en el año fiscal 2006, que termina en marzo próximo, en sus planes no figura una subida proporcional de los salarios.
La razón, según explicó esta semana el presidente de la patronal Keidanren, Fujio Mitarai, es la intensa competencia mundial que obliga a las firmas niponas a mejorar sus condiciones de producción dejando poco margen para aumentar sueldos.
El estancamiento de los salarios y del consumo es para los expertos el principal factor de riesgo para la evolución de la economía este año.
El primer ministro, Shinzo Abe, hizo un llamamiento a las empresas para que transmitan sus beneficios a los empleados y propicien así un repunte del consumo.
Mientras el mercado interno se contrae y las ventas en los países industrializados se saturan, los fabricantes automovilísticos japoneses miran a las economías emergentes.
Además del ya establecido mercado chino, donde las marcas niponas tienen una red de alianzas de producción y distribución, los otros tres países del llamado grupo BRIC (Brasil, Rusia e India), centran la atención de los fabricantes automovilísticos japoneses no solo por su potencial de ventas sino por el incentivo de la mano de obra barata.
Nissan empezará a producir en 2009 en Rusia unos 25.000 vehículos anuales, que luego elevará a 50.000 ayudando así a reducir su dependencia del mercado norteamericano donde actualmente genera el 60 por ciento de sus beneficios consolidados por operaciones.
Toyota planea lanzar un modelo estratégico para los mercados emergentes que ronde los 6.700 dólares, una medida que algunos analistas consideran arriesgada debido a que el menor margen de beneficios reducirá el total de ganancias.
El fabricante del híbrido Prius tiene previsto este año lanzar otro coche ecológico en Brasil que funcionará con etanol, el bio-combustible de la caña de azúcar de amplio uso en el país sudamericano.
Y según el diario económico Nikkei, Mitsubishi Motors estudia la posibilidad de ensamblar en Rusia 200.000 coches anuales en una futura planta que construirá con el grupo francés Peugeot Citroen.
En las previsiones económicas del año las ventas en los países del grupo BRIC son citadas por los expertos como el contrapeso a una posible contracción de la economía estadounidense, el primer comprador de las exportaciones asiáticas, y las han convertido en la esperanza más cercana de las marcas niponas del motor. EFECOM
gr/mdo
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