Empresas y finanzas

Rumanía y Bulgaria, bajo estricta vigilancia al entrar UE por su agricultura

Bruselas, 12 ene (EFECOM).- La agricultura tiene un peso importante en las economías de Rumanía y Bulgaria, los dos nuevos países comunitarios, que van a verse sometidos a una estricta vigilancia tras entrar en la UE porque necesitan mejorar en el control del gasto y en la seguridad alimentaria.

Los dos nuevos Estados miembros de la UE cuentan con un potencial de producción agrícola considerable, cerca de un tercio de su población activa, pero tienen el reto de demostrar progresos para acortar distancias con otros países de la Unión o de lo contrario podrían sufrir una reducción de los fondos comunitarios.

Los últimos informes de la Comisión Europea (CE) que apoyaron la incorporación de Rumanía y Bulgaria indicaban que aún debían superar deficiencias en la aplicación del sistema integrado administrativo de control para la agricultura (IACS), así como en seguridad alimentaria -en medidas como la lucha contra las "vacas locas"-.

Bruselas propuso mecanismos de salvaguarda, de manera que si en marzo de este año los dos países no prueban que funciona el IACS, la CE podría recortar el 25% de el presupuesto agrícola para este año.

En cuanto a seguridad alimentaria, la UE ha impuesto medidas transitorias sanitarias para que las empresas cárnicas o lácteas rumanas y búlgaras tengan tiempo de adaptarse a los requisitos comunitarios.

Las carencias de establecimientos agroalimentarios en esos dos países sirvieron a Rusia de excusa a final de 2006 para anunciar que bloquearía todas las importaciones cárnicas de la UE con motivo de la ampliación a Rumanía y Bulgaria, amenaza no cumplida y que hubiera dañado mucho a los exportadores españoles.

El presupuesto agrícola para ambos países asciende a unos 5.400 millones de euros entre 2007 y 2009, de los que 3.900 son para Rumanía y 1.500 para Bulgaria, la mayor parte para el desarrollo de las zonas rurales.

En el caso de subvenciones directas, al igual que ocurrió con los 10 países que entraron a la Unión en 2004, los agricultores búlgaros y rumanos empiezan a recibir los pagos gradualmente: en 2007 un 25% respecto a los productores del resto de la UE; aumenta progresivamente un 5% anual hasta 2010 y después un 10% al año hasta que se igualen a los antiguos miembros en 2016.

Cuando la UE acordó en 2002 estabilizar el gasto agrícola hasta 2013 previó que la incorporación de Rumanía y Bulgaria redujera el dinero para el resto de países, pero "en la práctica esto no ocurre" porque se ha visto que hay fondos dentro de otras partidas del presupuesto para agricultura, según fuentes comunitarias.

Al igual que otros países del Este de Europa que componen la UE, Rumanía y Bulgaria tienen una agricultura y ganadería de subsistencia, que necesitan reestructurarse, si bien el comercio agrícola con los que ahora son sus socios comunitarios ha aumentado en los últimos años.

En Rumanía, un 32,6% de la población activa trabajaba en agricultura en 2004 y el 10,7% en Bulgaria, frente al 7,4% de la media de los 27 países que hoy componen la UE, según datos de "agrifoodresearch", plataforma de información de la CE.

Según otras cifras manejadas por la Comisión, Rumanía y Bulgaria añadirían a la UE el 39% del empleo agrícola, un 12% de superficie y 4% del valor añadido agroalimentario.

Rumanía cuenta con 14 millones de hectáreas dedicadas a la agricultura, mientras que en Bulgaria esta extensión asciende a 5,3 millones.

Por sectores, Bulgaria y Rumanía aportarán el 6% de la producción de cereales de la UE, el 9% en la de oleaginosas, el 3% en vacuno y el 1,5% de porcino.

En cualquier caso, aumentarán las oportunidades para las empresas agroalimentarias de los dos estados, con el acceso a un mercado de 27 países de la Unión, donde hay cerca de 493 millones de habitantes.

No obstante, gran parte del comercio de ambos países va dirigido a los 25 antiguos Estado miembros, pues en el caso de Bulgaria ascendió al 57% de sus exportaciones agroalimentarias y el 50% de las importaciones, mientras que para Rumanía representó el 68% de sus ventas exteriores y al 58% de las compras. EFECOM

ms/mf

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