
La Caixa ha cerrado durante estas dos últimas semanas una remodelación de su directiva para hacer frente a una nueva etapa de crecimiento.
El diseño de la cúpula ha sido obra del presidente de La Caixa, Isidre Fainé, que tras años de mantener unos ciertos equilibrios ha creado un equipo de dirección a su gusto. Hoy Fainé es presidente de la caja, pero también de Criteria, su grupo industrial.
Desde la cima de estas dos organizaciones, Fainé ha elegido a Juan María Nin tanto para dirigir La Caixa como para tutelar el crecimiento internacional del grupo, un área donde su experiencia es clave. Por este motivo, Nin ha sido nombrado vicepresidente de Criteria. Estos nombramientos ha generado una reacción en cadena en toda la organización de la cúpula de la primera caja española.
Para ceder el paso a Fainé y Nin, el anterior presidente de Criteria, Ricardo Fornesa, ha perdido peso. Ha dimitido y a cambio le han cedido la presidencia del grupo asegurador de La Caixa, SegurCaixa, y un asiento en el consejo de administración de Abertis.
El segundo escalón de Criteria también ha sufrido un cambio. Francisco Reynés, director general de Criteria, ha sido sustituido por Gonzalo Gortázar, un ejecutivo que trabajaba en la oficina de Morgan en Londres. Gortázar, que se incorporará el próximo 1 de julio a su nuevo cargo, es también consejero de Criteria y futuro miembro de la comisión ejecutiva de la sociedad, dos responsabilidades que no tenía Reynés. La remodelación en Criteria se completa con el nombramiento de Alejandro García-Bragado como secretario del consejo. García-Bragado es el guardián de todas las grandes participadas de La Caixa, donde siempre ejerce como secretario del consejo.
Por su parte, Reynés, hasta ahora al frente de Criteria, ha sido reubicado en Abertis. Pese al cariño que le tiene a la compañía, Fainé se vio obligado a abandonar la presidencia de Abertis cuando asumió la de Criteria. Su puesto fue ocupado por Salvador Alemany, hasta entonces consejero delegado de la empresa. El ascenso de Alemany dejó una vacante que ha sido cubierta por Reynés que llega a la concesionaria con el cargo de director general corporativo y con un puesto en el consejo de administración. El presumible delfín de Alemany en Abertis, Josep Martínez-Vila, permanece en la empresa como director general de negocio y operaciones. Es previsible que esta estructura triangular se mantenga en Abertis durante los dos próximos años, periodo en el que Alemany continuará ejerciendo las funciones ejecutivas que ha desempeñado mientras era consejero delegado.
Otro de los afectados por los cambios en Criteria ha sido el hasta ahora presidente de SegurCaixa, Tomás Muniesa, que abandona el cargo para cederlo a Fornesa. Muniesa permanece en la cúpula de La Caixa como director general adjunto y Mario Berenguer conserva el cargo de director general de la aseguradora.
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