Empresas y finanzas

China acaba gradualmente con los privilegios de las firmas extranjeras

Marga Zambrana

Pekín, 8 ene (EFECOM).- China pondrá en marcha medidas que reducirán las exenciones impositivas de las que disfrutaron durante décadas las firmas foráneas y que convirtieron al país asiático en uno de los mayores receptores de inversión directa extranjera.

Aparte de la futura aprobación de la ley de impuesto unificado, el Ejecutivo chino publicó el 1 de enero una nueva normativa de aplicación inmediata mediante la cual las firmas foráneas tendrán que pagar impuestos por el uso de la tierra por primera vez, además de aplicar una subida que duplica la tasa actual.

Se trata de la primera revisión de la ley de impuestos sobre la tierra desde 1988.

"La media de incremento es razonable si se tiene en cuenta que el índice de precios al consumo del país en 2005 fue 2,1 veces superior al de 1987", señaló la Oficina de Asuntos Legislativos del Consejo de Estado (ejecutivo) a la agencia Xinhua.

Según la revisión, tanto las empresas extranjeras como las chinas tendrán que pagar impuestos anuales de entre 0,08 hasta 3,8 dólares por metro cuadrado según calificación del suelo.

Por ejemplo, en las mayores urbes el impuesto anual oscila entre 1,5 y 30 yuanes (0,19 y 3,8 dólares) en función de su ubicación y uso; mientras que en los pueblos y distritos rurales el impuesto se sitúa entre 0,08 y 1,54 dólares.

Por otro lado, en diciembre el legislativo chino dio su visto bueno al borrador de la ley de impuesto unificado de sociedades, que será aprobado en marzo durante la sesión plenaria anual del ente.

La actual normativa, que data de la década de 1980, sitúa el pago de impuestos en un 33 por ciento, pero permite una serie de exenciones fiscales mediante las cuales las empresas de capital foráneo -incluidas las mixtas- pagan un 14 por ciento de impuestos frente al 24 por ciento de las chinas.

El nuevo borrador propone un 25 por ciento para todas, una media que según el Gobierno está por debajo del 28 por ciento de otros países.

Los empresarios extranjeros y los chinos con empresas mixtas han expresado su preocupación por esta nueva ley, mientras que los nacionales la han aplaudido, por considerar que la política actual es "discriminatoria".

Con la nueva ley, que entrará en vigor en 2008, las firmas deslocalizadas en China perderán privilegios tales como la exención del pago de impuestos durante dos años desde su apertura en China.

A esta exención seguía un periodo de tres años de exención de un 50 por ciento para empresas manufactureras si se comprometían a quedarse en el país diez años.

Sin embargo, el borrador propone un periodo de adaptación que permitirá disfrutar de algunos incentivos impositivos a las firmas foráneas hasta cinco años después de que entre en vigor.

La ley ampliará políticas impositivas preferenciales para empresas privadas en nuevos sectores como el de alta tecnología (15 por ciento), de las que hasta ahora sólo las empresas estatales del sector disfrutaban.

Las inversiones en equipos de protección ambiental, conservación de recursos acuíferos y seguridad laboral serán desgravables.

El bajo coste de la tierra y las exenciones fiscales fueron uno de los incentivos en las últimas décadas, además de la mano de obra barata, para que muchas empresas se trasladaran a China.

Por este motivo el país asiático es hoy uno de los principales receptores de inversión extranjera directa, con 570.000 firmas extranjeras registradas en China cuyo uso real de capital foráneo acumulado el pasado agosto fue 659.600 millones de dólares (unos 507.000 millones de euros).

El año pasado China recaudó un récord de cerca de medio billón de dólares en impuestos, que con la nueva ley de sociedades se verán reducidos en 16.800 millones por parte de las empresas nacionales, principal fuente de pago, pero aumentará la recaudación de las foráneas, por lo que la pérdida será de 11.600 millones. EFECOM

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