El Ejecutivo chino revisará este mes el borrador de la próxima Ley de Impuestos Corporativos, en virtud de la cual las compañías extranjeras dejarán de beneficiarse de un menor pago de impuestos. De acuerdo con la agencia Xinhua, el borrador fue aprobado a finales del pasado septiembre y la decisión es irrevocable, según señaló una fuente no identificada que, no obstante, matizó que todavía es posible que se introduzcan algunos cambios "técnicos". Para atraer capital extranjero, China había favorecido a las empresas foráneas reduciendo la presión fiscal, con unos impuestos de alrededor del 15% frente al hasta 33% con el que se grava a las empresas domésticas. Tras la aplicación de la nueva normativa, sin embargo, las tasas se unificarán en torno al 24-27%, y las ventajas fiscales se emplearán para impulsar sectores claves como la alta tecnología, la protección medioambiental o la construcción de infraestructuras. Es probable que se estipule un periodo de transición de entre 3 y 5 años antes de la plena aplicación de la nueva regulación, de acuerdo con la fuente.
