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Sigue el caos en aeropuertos de Brasil pese al socorro de Fuerza Aérea

Río de Janeiro, 23 dic (EFECOM).- La decisión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de socorrer con aviones de la Fuerza Aérea a los pasajeros en los aeropuertos brasileños no ha reducido el caos, que llegó hoy a su cuarto día en vísperas de navidad.

Las largas filas de pasajeros ante los mostradores de las compañías aéreas, los atrasos de hasta doce horas en los vuelos, las aglomeraciones en las salas de embarque, las escenas de personas durmiendo en pasillos y las protestas, algunas violentas, se repitieron hoy pese a que los aviones militares comenzaron a aliviar el tránsito aéreo.

En breves declaraciones a los periodistas, Lula dijo hoy que el Gobierno ha hecho todo "lo que es posible en este momento" para ayudar a resolver la crisis y agregó que, por las informaciones que ha recibido de las autoridades aeronáuticas, la expectativa es que la situación se normalice hacia el domingo.

"Utilizamos aviones de la Fuerza Aérea para ayudar a desahogar los aeropuertos y queremos garantizar que las cosas mejoren entre hoy y mañana", afirmó. "Pienso que vamos a resolver los problemas a tiempo para garantizar un año nuevo más tranquilo para viajar", agregó.

Tras la decisión del Gobierno de acudir en socorro de los pasajeros, ocho aviones de la Fuerza Aérea, entre ellos uno que utilizaba la Presidencia, comenzaron en la medianoche del viernes a efectuar vuelos programados inicialmente por la aerolínea TAM, la mayor del país.

A diferencia del caos de noviembre, cuando los atrasos y cancelaciones de vuelos fueron el resultado de una huelga de celo de los controladores de vuelo, las dificultades de esta semana se han atribuido a la TAM.

La empresa, que comenzó a atrasar vuelos por el cierre temporal del aeropuerto internacional de Sao Paulo el martes por la noche debido a la lluvia, tuvo que mandar seis aviones a revisión no programada y sufrió problemas en su sistema informático.

A partir de ese momento, y por un efecto dominó, los vuelos comenzaron a atrasarse en varias ciudades y otros fueron cancelados, lo que generó el caos principalmente en los aeropuertos de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia.

Además de disponer aviones militares para socorrer a los pasajeros, el Gobierno también prohibió que la TAM venda nuevos billetes por lo menos hasta que consiga normalizar todos sus vuelos.

Según la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), de los 1.227 vuelos programados para el jueves, 47 fueron cancelados y otros 539 (el 43,9 por ciento) partieron con atrasos de más de una hora. El viernes, de 1.214 vuelos programados, 40 fueron cancelados y 583 se atrasaron (el 48 por ciento).

En las primeras horas de hoy sábado, pese a la aparente normalidad de las otras compañías y al socorro prestado por la Fuerza Aérea, todos los vuelos de la TAM programados para despegar de Sao Paulo, Río de Janeiro y Brasilia estaban atrasados.

El primer avión militar con pasajeros de la TAM partió el viernes a medianoche desde Brasilia a Belo Horizonte.

La Fuerza Aérea puso a disposición de la aerolínea dos Boeing 737, otros dos Boeing 707, y cuatro C-99.

La TAM informó, además, de que fletó, "mediante el debido pago", otros dos aviones Boeing 707 y cuatro ERJ para "reducir la incomodidad de los pasajeros".

Esa "incomodidad", que ya había sido expresada en protestas, coros, rechiflas y hasta el uso irónico de narices de payaso, también se reflejó en invasiones de pistas de aterrizaje, bloqueos de puertas de embarque y agresiones a empleados de las aerolíneas.

La Policía Federal arrestó hoy en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro a una mujer que, irritada con la falta de información sobre su vuelo, invadió una oficina de la TAM y destruyó un ordenador.

Un grupo de empleados de la TAM dejó de trabajar casi media hora en un aeropuerto de Sao Paulo tras quejarse de las agresiones de los pasajeros y que estaba al borde de un ataque de nervios.

Las autoridades aeronáuticas han insistido en aclarar que los problemas de esta semana difieren de los de noviembre y a comienzos de diciembre, cuando los atrasos de los vuelos también llegaron a ser la rutina diaria.

En esa ocasión, el llamado "apagón aéreo" fue originado por problemas de infraestructura en el sistema de control aéreo, fallos en los equipos de comunicaciones, la congestión del tránsito y las protestas de los operadores de vuelo. EFECOM

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(con fotografía)

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