París, 20 dic (EFECOM).- El ministro francés de Asuntos Sociales y Vivienda, Jean-Louis Borloo, presentó hoy un nuevo dispositivo del programa de acceso a la vivienda para personas con ingresos medios, que permitirá comprar la parcela una vez que hayan reembolsado el crédito de la construcción de la casa.
El dispositivo, que entra en vigor a partir del 1 de enero, debería beneficiar el primer año a unas 20.000 familias con ingresos de hasta tres veces el salario mínimo (que en Francia es de 1.200 euros al mes).
Los que se acojan, pagarán un alquiler de un euro al año durante el tiempo en que pagan la casa o el piso, con un máximo de 25 años, y a partir de entonces podrán optar por adquirir el suelo sobre el que está construida.
"Eso va a permitir a las familias modestas comprar una vivienda nueva con letras de reembolso equivalentes a un simple alquiler", destacó Borloo, que confía en que este mecanismo sea aprovechado, después de un tiempo, por 50.000 beneficiarios anualmente.
El dispositivo, bautizado Pass Foncier, implica que una entidad para-pública (respaldada por la Caisse des Depots et Consignations, organismo financiero estatal) comprará el suelo en el que se construirán las casas o los pisos en cuestión.
Es resultado de un convenio que tendrá vigencia un mínimo de cuatro años y su costo estimado inicial es de 1.000 millones de euros para los primeros 20.000 contratos.
El diseño del Pass Foncier se ha hecho teniendo en cuenta que los potenciales beneficiarios disponen de una capacidad de inversión media de 120.000 euros, mientras que la simple construcción de una casa de una superficie de 110 metros cuadrados es de 110.000 euros, a lo que hay que sumar una parcela con un valor medio de unos 40.000 euros suplementarios.
La semana pasada, Borloo había dado a conocer otra medida para facilitar el acceso a la vivienda de personas que no gozan de una situación laboral estable.
Se trata de que el Estado sea garante ante los propietarios de una vivienda que la alquilan a asalariados con un contrato temporal, los intermitentes o los estudiantes.
La Garantía de Riesgos de Alquiler (GRL en sus siglas en francés), pretende levantar suspicacias de los arrendatarios a la hora de alquilar un piso o una casa a personas que plantean más riesgo de impagos por no disponer de una situación laboral estable.
El GRL servirá para indemnizar a los propietarios un máximo de 24 meses de impagos y se alimentará con una parte de los 3.500 millones de euros de lo que se conoce como la cotización sobre la masa salarial del "1% de vivienda".
Borloo también es el padre de la iniciativa para construir casas a 100.000 euros según un modelo estándar, y cuyo principal obstáculo es precisamente el precio del solar.
En cualquier caso, el ministro se mostró convencido de que su política empieza a tener un impacto sobre el mercado de la vivienda.
"Los precios comienzan a bajar claramente en la mitad del territorio" francés tanto para el alquiler como para la compra, mientras en la otra mitad -París y su periferia inmediata, la costa mediterránea y atlántica- "el alza se estabiliza y asistimos a los primeros retrocesos de precios", argumentó.
El titular de Vivienda añadió que "los nuevos dispositivos van a acelerar la tendencia bajista de los precios, pero hará falta todavía tiempo para recuperar un retraso de 20 años". EFECOM
ac/txr
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