Empresas y finanzas

Cómo dos ucranianos se hicieron multimillonarios gracias a tus errores gramaticales

  • Grammarly es una empresa que utiliza inteligencia artificial para mejorar la escritura
  • La pandemia supuso un gran espaldarazo para el futuro de la compañía
  • Dos de sus fundadores cuentan con un patrimonio de 4.000 millones cada uno
Alex Shevchenko (izquierda) y Max Lytvyn (derecha). Foto: Grammarly

Parece impensable que alguien pueda convertirse en multimillonario gracias al lenguaje, pero es cierto que con la llegada de la pandemia muchas empresas impulsaron su negocio a cifras inesperadas, como fue el caso de Duolingo, destinada al aprendizaje gratuito de idiomas. La última, en este sentido, ha sido Grammarly, una compañía fundada en 2009 por tres ucranianos.

Grammarly es actualmente uno de los unicornios más grandes del mundo, con dos de sus fundadores, los ucranianos, Max Lytvyn y Alex Shevchenko, entre las grandes fortunas del momento. Según Forbes, cada uno cuenta con un patrimonio neto de 4.000 millones de dólares (con un estimado de 35% cada uno del capital social de Grammarly), situándose en los puestos 727 y 728 de los más ricos.

Antes de fundar Grammarly, los tres fundadores (los mencionados Lytvyn y Shevchenko, junto con Dmytro Lider) iniciaron el proyecto My Dropbox, un detector de plagio que finalmente fue adquirido por la empresa de tecnología educativa Blackboard. "Creamos un producto para ayudar a que el plagio no se incluya en la escritura de los estudiantes. Esto nos llevó a plantearnos una seria pregunta: ¿por qué la gente elige plagiar en primer lugar? ¿Podría ser que les resultaba difícil comunicar lo que querían expresar con su propia voz?", indicó Lyvtyn en un blog. 

Su siguiente objetivo fue Grammarly, aunque su nombre original fue Sentenceworks, que cambiaron rápidamente. Este nuevo viaje se inició como un producto de suscripción destinado a ayudar a estudiantes con su gramática y ortografía. Tras más de una década, la compañía con sede en San Francisco tiene más de 600 empleados y trabaja con más de medio millón de aplicaciones para analizar 14 billones de palabras al año para sus 30 millones de usuarios activos diarios en todo el mundo.

El pasado mes de noviembre, Grammarly recibió un espaldarazo después de recaudar 200 millones de dólares por parte de inversores como BlackRock y Baillie Gifford, valorando así a la compañía en 13.000 millones de dólares. Nada que ver con los 2.000 millones con los que en 2019 estuvo valorada unos meses antes de que apareciera la pandemia, la gran aliada de esta compañía. "Vimos que nuestro negocio se aceleró con el paso al trabajo remoto", indicó Brad Hoover, CEO de Grammarly. 

Sus inicios

Como muchos empresarios de éxito, Shevchenko y Lytvyn se conocieron mientras estudiaban en la Universidad. Ambos se sacaron el título de Administración de Empresas en la Universidad Internacional Cristiana de Kiev a finales de la década de 1990, antes de mudarse a Estados Unidos y Canadá donde fundaron My Dropbox, el paso previo a Grammarly.

"Fundamos Grammarly con el objetivo de utilizar la tecnología para ayudar a las personas a comunicar lo que quieren decir, una misión que nació de nuestras propias experiencias como hablantes no nativos de inglés", dijo Shevchenko. "Nuestras raíces nos dieron una perspectiva única sobre la complejidad y el poder del lenguaje para ayudar a las personas a alcanzar sus metas".

Aparte de la pandemia, otro momento clave para ambos llegó en 2014, cuando Grammarly ofreció un plan gratuito con funciones básicas y la opción de pagar por las avanzadas. Un año después, lanzó extensiones de navegador gratuitas. Eso ayudó a construir una base leal de clientes y alrededor de 30.000 equipos en compañías de renombre, incluidos Expedia Group y Cisco Systems.

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