
Absueltos los 131 controladores aéreos que protestaron contra la regulación de su jornada y llevaron a la primera declaración del estado de alarma en 2010. De acuerdo con una sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid a la que ha tenido acceso elEconomista, la totalidad de los profesionales que fueron a juicio así como aquellos que pactaron aceptar una multa de 30.000 euros.
Los magistrados, Adela Viñuelas, Carlos María Alaíz y Antonio Antón y Abajo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid, estiman el recurso interpuesto contra varios de los acusados contra la sentencia que les condenó el 14 de octubre de 2020 como responsables en concepto de autores de un delito de abandono de servicio público.
Del mismo modo, y según el citado texto, se exonera a Enaire de la responsabilidad civil a la que fue condenada. Pese a que no todos recurrieron, los magistrados consideran que la absolución debe extenderse a todos, ya que "se encuentran en idéntica situación fáctica y jurídica respecto de los recurrentes absueltos, de modo que no cabría soslayar un pronunciamiento sobre el particular".
En el juicio cuya sentencia se conoció hace más de año y medio, 119 acusados pactaron con el fiscal al reconocer que abandonaron sus puestos de trabajo. Por ello, fueron condenados al pago de una multa económica cuya cuantía variaba en función de cada caso. Además, condenó a los acusados a abonar a los perjudicados, de forma conjunta y solidaria, junto con Enaire poco más de 13 millones de euros. Ahora, todas estas decisiones han sido revocadas.
La sentencia apunta que el abandono del puesto de trabajo supuso "una decisión dentro del margen de discrecionalidad de Aena, equiparable en cierto sentido con el cierre patronal ante una situación de presión o reivindicación laboral, en cuyo contexto difícilmente cabría hablar de abandono de servicio porque con la indicada regulación, fuera de los vuelos a que se refiere el Convenio de Chicago, no había vuelos que controlar".
Desde USCA señalan a elEconomista que la decisión va en línea con lo que el sindicato viene defendiendo desde hace años, recordando que siempre han considerado que se trató de un cierre patronal en vez de una huelga.