Empresas y finanzas

El hidrógeno verde valenciano suma 1.600 millones de inversión

  • Entre la decena de proyectos destacan los polos para abastecer la industria
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La fiebre desencadenada por la lluvia de millones esperada con los fondos Next Generation ha generado una avalancha de proyectos para utilizar el hidrógeno verde como futura fuente de energía. Hoy ya existe una decena de proyectos con distintos socios que superan en conjunto los 1.600 millones de euros, más del triple del volumen cuantificado por la Generalitat Valenciana hace poco más de un año.

La Estrategia del Hidrógeno Renovable de la Comunidad Valenciana para 2030 plantea que se generen 75.000 toneladas al año de hidrógeno procedente de fuentes renovables en la región. Un plan que se centra básicamente en que la industria valenciana tiene un alto consumo energético y que no puede ser cubierto con electricidad. Fundamentalmente fábricas que necesitan un elevado uso de energía térmica como azulejeras, petroquímicas o textiles.

Uno de esos proyectos tractores que más recorrido y viabilidad tiene es el que lidera la refinería de bp en Castellón. El complejo petroquímico que tiene más de medio siglo de historia es el mayor productor y consumidor de hidrógeno de la región. En plena transición energética, la transformación de su producción con energías verdes gracias a la instalación de un electrolizador supone un importante avance para garantizar el futuro de la planta del gigante británico, que se ha marcado alcanzar el objetivo de cero emisiones contaminantes antes de 2050 en todo el mundo. Además, la multinacional quiere alcanzar una cuota de mercado del 10% en hidrógeno verde a nivel mundial en 2030. Unos planes a los que se ha sumado la crisis por la invasión de Ucrania, que ha llevado a bp a salir abruptamente de Rusia y le obliga a buscar alternativas a su suministro.

Uno de los retos es la reconversión de los hornos de la cerámica a esta nueva energía

bp anunció un acuerdo con Enagás e Iberdrola para una primera fase con un electrolizador de 20 megavatios (MW), que podría ampliarse hasta los 300 MW. A principios de este año el presidente de bp España incrementaba la capacidad inicial a 60 MW, de forma que esa instalación sea capaz de suministrar inicialmente una cuarta parte del consumo de la propia refinería. El proyecto ha sido bautizado como Azahar Green y tiene una inversión estimada de 196 millones de euros en su primera fase. Una de sus claves es precisamente tener asegurada la salida de su hidrógeno para suministrar a la propia refinería. Además, parte importante de esa inversión es en plantas fotovoltaicas, con las que alimentar el electrolizador.

La creación de ese polo de hidrógeno verde en la refinería de Castellón también permitiría ofrecer esa energía a la mayor industria de esa provincia, los fabricantes de baldosas cerámicas y sus proveedores de fritas, esmaltes y colores. Sus patronales, Ascer y Anffecc, ya han firmado un acuerdo con bp.

Además, la industria azulejera está presente en otro gran proyecto industrial que aspira a ser financiado por Europa, bautizado como Orange.Bat y coordinado por la valenciana Etra, la antigua filial de ACS que junto a su división de servicios industriales traspasó el año pasado a Vinci. Con un presupuesto de 420 millones aspira a una nueva revolución en el azulejo, similar a la que supuso la introducción del gas natural en sus hornos. Un proyecto que prevé utilizar la red de gas existente para el hidrógeno y en el que participan la energética italiana Enel, azulejeras como Keraben y Saloni, o el gigante esmaltero Altadia. También suma ramificaciones en el sector del tratamiento de agua y en el transporte.

Otros grupos cerámicos están llevando a cabo por su cuenta proyectos a medida. Es el caso de Porcelanosa, que se ha unido a Iberdrola para la implantación de su propio electrolizador con sus plantas fotovoltaicas en su complejo de Vila-real, con el que espera reemplazar hasta el 50% de su consumo de gas. Iberdrola, la mayor eléctrica en la región, también impulsa la creación de un corredor de hidrogeneras que permita abastecer con esta energía a las flotas de camiones de norte a sur. El Puerto de Valencia, que lleva años trabajando en pilotos, la empresa de autobuses de Alicante Vectalia o el fabricante de trenes Stadler también quieren utilizar el hidrógeno en el transporte.

Proveedores valencianos

En otro de los grandes polos industriales regionales, el de Sagunto en Valencia, existen dos proyectos de grandes dimensiones. El más definido es el bautizado como Catalina, liderado por el fondo Copenhagen Infrastructure Partners con socios como Vestas; Naturgy, que posee tres ciclos combinados de energía eléctrica en el municipio; Enagás, principal socio de la regasificadora Saggas; y Fertiberia, con una de sus grandes plantas de fertilizantes allí. Catalina pretende conectar los grandes parques de energía eólica y solar de Aragón, donde se produciría el hidrógeno, con Sagunto, donde además abastecería una nueva planta de amoníaco verde de Fertiberia.

Esta iniciativa entronca con la que está desarrollando la patronal comarcal Asecam, que aún se encuentra en fase inicial y busca crear infraestructuras y preparar a las industrias de Sagunto para el hidrógeno. Con la llegada de la planta de baterías de Volkswagen podrían desarrollarse nuevas sinergias en almacenamiento energético.

La Estrategia Valenciana del Hidrógeno también aspira a crear proveedores valencianos de la nueva tecnología para generar hidrógeno verde, con iniciativas que superan los 70 millones. Se pretende desarrollar de forma industrial la producción de electrolizadores más eficientes, como una iniciativa de la spin-off de la Politécnica de Valencia (UPV), Kerionics, que aspira a fabricar equipos de 616 MW entre 2026 y 2030, o la ilicitana Greene.

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