
Nautalia, la agencia de viajes del Grupo Wamos, recuperará los niveles de ventas pre-Covid en 2024, con una facturación que se aproximará a los 373 millones de euros.
La compañía ya está registrando este año un fuerte impulso de las reservas de viajes y el nivel de actividad en el caso del ramo vacacional, con un peso del 60% en la cifra de negocios, se sitúa ya cercano al 95% del que había en 2019, mientras que el negocio de empresas aún está en el entorno del 60% y el de Mice en un porcentaje aún más alejado, según desvela en una entrevista Rafael García Garrido, director general de la firma. Además, el directivo descarta la venta de la empresa, controlada en un 81% por Springwater y en un 19% por Royal Caribbean, aunque deja la puerta abierta a explorar posibles fusiones.
El Grupo Wamos recibió hace escasos días la aprobación de una ayuda pública, a través de la Sepi, de 85 millones
El Grupo Wamos recibió hace escasos días la aprobación de una ayuda pública, a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), de 85 millones de euros, instrumentada prácticamente al 50% a través de un crédito ordinario y de uno participativo que deberá devolver en 2030, aunque "la expectativa es hacerlo, si podemos, antes". "No tenemos previsión de que Sepi entre el capital", subraya García Garrido. "La concesión de la ayuda de Sepi es el punto de inflexión para la compañía", expone, toda vez que "supone la estabilización de la misma porque hemos pasado de un resultado bruto de explotación (ebitda) en 2019 cercano a 40 millones a unas pérdidas provocadas por la pandemia en 2020 de 45 millones". "Sin una ayuda que equilibre los fondos propios tras haber agotado todos los créditos ICO habría sido imposible seguir", advierte, por lo que la inyección estatal "posibilita que una empresa que pre-Covid era una muy buena lo pueda seguir siendo post-Covid".
En primera instancia, con el dinero público, la firma pagará "la deuda que tenemos de proveedores", de unos 15 millones. "La semana que viene vamos a ponernos al día con ellos y establecer planes de futuro y reestructurar la compañía", señala.
Sobre esta base, "ahora mismo las perspectivas son buenísimas", como lo demuestra el hecho de que "las cifras de ventas -en vacacional- actuales -para 2022- representan el 95% de las de 2019". Es más, este nivel de actividad sería mayor de no ser porque Nautalia ha cerrado una veintena de oficinas en la pandemia -de 200 a 180-. "El consumo de viajes se ha vuelto a disparar", remarca el directivo, quien rebaja los impactos de la guerra en Ucrania, al menos por ahora. "Estamos muy convencidos de que de aquí a verano toda la compañía estará fuera del Expediente de Regulación de Empleo Temporal (Erte)", en el que aún se hallan 170 trabajadores de los 780 que conforman la plantilla, recalca.
"Como está pasando en los últimos meses en el sector turístico, hay interés en posibles fusiones"
Nautalia cerró 2021 con unas ventas de 114 millones y un ebitda de -7,5 millones, mejorando la previsión de -13 millones del plan de viabilidad trasladado a la Sepi. El retraso de la ayuda estatal, no obstante, obliga a "recalcularlo". Para 2022, estima unos ingresos de 238 millones y un ebtida en break even -cero-, llegando a los niveles pre-Covid en 2024. Y para 2030, "la idea es que el grupo sea entre un 25% y un 30% más grande que en 2019".
En cuanto a la posible venta de Nautalia, firma por la que han reconocido su interés tanto Ávoris (Barceló) como W2M (Iberostar), García Garrido asegura que "la operación no está en marcha". "No estamos interesados en vender", insiste, aunque precisa que él no es el accionista y admite que, "como está pasando en los últimos meses en el sector turístico, hay interés en posibles fusiones". Así, "se explorará seguro -una fusión- e igual tiene sentido, pero ahora mismo en marcha no hay nada", advierte. "Nuestro foco está puesto en Sepi; no tenemos ningún banco ni despacho contratados para analizar esta operación", incide el ejecutivo, que recuerda que "no podemos hacer ninguna fusión ni nada sin la autorización de Sepi". Y, en todo caso, considera que "no tiene ningún sentido hacer una operación corporativa antes de verano porque es cuando nos jugamos todo", por lo que, afirma, "mi sensación es que de explorarse sería después de verano y en vistas al año que viene".