Si todo hombre tiene en la vida un momento en el que toca fondo, el de Romuald Fons (Barcelona, 1977) fue el día en el que no pudo pagar las vacunas que necesitaba su hijo. Antes de que llegase esa jornada, había probado con la licenciatura de Arquitectura, como músico en una banda de rock, se había batido el cobre en trabajos tan diversos como escritor de relatos eróticos o limpiando pozos en la empresa familiar y había invertido todo su dinero en la creación de dos startups que fracasaron. Todavía no lo sabía, pero ese momento de tinieblas sería, años después, un recordatorio constante de la meteórica construcción de una de las grandes figuras del posicionamiento SEO en el mundo hispanohablante.
Aunque él mismo se autodefine como 'el rey del SEO', sus cifras avalan esa calificación: tiene más de 800.000 suscriptores en YouTube, supera los 260.000 seguidores en la red social Instagram, es considerado como el experto de referencia en el posicionamiento en Google y ha sido recientemente incluido por la revista Forbes en la lista de los 100 mejores influencers. Su estilo, tan directo como ácido, le ha granjeado un atractivo irresistible entre los 'youtubers' y ha cristalizado en la publicación de su primer libro, Crece y hazte rico. 51 leyes para atraer el éxito y el dinero (Planeta, 2022).
El éxito, a través de 1.400 webs
Parecen lejanos esos días en los que, con la sombra de la ruina tras de sí, realizó sus primeros disparos al aire tratando de posicionar páginas webs creadas por él mismo. Corría el año 2013, los coletazos de la crisis económica aún se dejaban sentir en las economías familiares, y Fons no daba con la tecla para salir del atolladero.
Todo cambió cuando, harto de no conseguir ingresos por esa vía, decidió que los disparos al azar se convirtiesen en un auténtico bombardeo: llegó a crear más de 1.400 páginas web de contenido diverso y analizar qué era lo que funcionaba (lo que se buscaba) en cada una. Todo un método de prueba y error con el que fue recogiendo, a cuentagotas, lo aprovechable de cada una de ellas. Y, ahí, su suerte cambió.
Tras ganar en el primer mes 2,84 euros y en el segundo tan solo 'calderilla', al año Fons ya generaba 1.500 euros mensuales. Cifra que se multiplicó hasta los 18.000 mensuales en 2016. Para entonces, este 'pequeño' empresario ya recibía llamadas de cientos de empresas preguntando por qué sus webs salían en Google por debajo de las creadas a base de prueba y error.
Cursos por 700 euros el estudiante
En ese momento creó la agencia BIGSEO, que en la actualidad cuenta con más de 60 empleados trabajando para posicionar mejor marcas como Danone o Custo. A través de ellas, su equipo ofrece un completo servicio de posicionamiento que va desde el análisis y la consultoría hasta el crecimiento final en los buscadores.
Todo bajo la idea de una "ambición colectiva", como el propio Fons define, que se complementa con la academia (CreceTube) que este multimillonario ahora ofrece a razón de 700 euros el curso. En ellos desarrolla las ideas que expone en YouTube para dar un completo conocimiento del mundo del SEO y del marketing digital.
La inspiración de Dalí
Una red social que le ha llevado hasta el apodo del 'rey del SEO', ejemplo perfecto de su idea de posicionarse... tanto en Internet como en la vida real. "Soy cojonudamente bueno en el SEO y eso lo he demostrado muchas veces. Eso tienes que transmitirlo hacia afuera", cuenta Font para explicar cómo empezó su apodo viendo una entrevista a Salvador Dalí en la que el artista hablaba de su libro Diario de un genio.
Catalán, como el genio de Figueras, Font viene a ser ese artista del siglo XXI que se ha sabido mover entre los hilos de las nuevas tecnologías. En un mundo lleno de redes sociales, y oportunidades, la suya es una de las historias de éxito que nacen desde el fracaso. Una nada de la que supo salir para ser hoy en día una de las 100 personas más influyentes de España. "Todo el mundo puede hacerse rico. Cada persona tiene una maleta de habilidades y depende de cómo las utilice, aumenta las posibilidades de generar dinero o no", remarca Font en uno de sus habituales consejos.