
El sector asegurador quiere que el Consorcio de Compensación de Seguros cubra los riesgos extraordinarios vinculados a las cada vez más potenciales borrascas, Danas y lluvias torrenciales. El organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos se hace cargo de los daños derivados de inundaciones y fuertes vientos, pero no de aquellos provocados de forma directa por la nieve o el hielo.
Los desperfectos asociados a ambos riesgos como podrían ser aquellos ocasionados por caídas de árboles o techos bajo el peso de la nieve los atienden las compañías siempre que haya seguro. El temporal Filomena, que azotó Madrid y otras regiones del país hace justo un año, dejó, de hecho, un reguero de 505 millones de euros al sector por destrozos cubiertos por sus pólizas según la Fundación Aon España.
Ante este escenario la presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, demandó ayer al organismo y al Gobierno una "actualización de algunos de los fenómenos" que "deberían" formar parte de las coberturas del Consorcio "o que, formando ya parte de las coberturas del Consorcio, merezcan tomar en consideración nuevos parámetros", en alusión directa a las lluvias y vientos extraordinarios. "Es una cuestión que merece la pena analizar y en beneficio además del propio cliente, ya que no siempre es posible determinar qué daños corresponden a una inundación y cuáles directamente a lluvia", argumentó.
Su demanda la formuló durante las jornadas de perspectivas que celebra cada año el sector en colaboración con Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (Icea) y donde hace balance del ejercicio. Las compañías aseguradoras ingresaron el pasado ejercicio 61.835 millones de euros en primas, un 5% más, pero la cifra continúa todavía un 3,65% por debajo de las magnitudes prepandemia.
Por ramos, la facturación en productos de vida aumentó un 7,88% aunque continúa un 14,41% por debajo del año 2019 tras el desplome sufrido en 2020. En su contra y, según la presidenta de Unespa, jugaron "las fuertes tensiones" a las que se ven sometidas los productos con el escenario de tipos negativos, la inflación, "las políticas tributarias del Gobierno" y la "erosión" de las rentas familiares.
Salud tira de los ingresos
En no vida, en cambio, los ingresos crecieron un 3,3% en el año 2020 y el 4,43% frente a los niveles preCovid. Entre los productos tractores destacó el seguro de salud, con expansiones del 4,93%, mientras que los ingresos en autos cayeron un 0,87%, en parte afectados por la decisión de algunas compañías de ejercer descuentos o regalar meses de coberturas ante el menor uso del vehículo por parte de sus clientes por las restricciones. Los ingresos por primas en autos siguen así un 2,85% por debajo de los números previos a la crisis sanitaria.