La explosión de contagios por ómicron está teniendo un impacto inferior al de olas anteriores para el turismo en la entrada de 2022, según CaixaBank Research, que confía en que el bache de la nueva variante del Covid-19 se supere en el mes de marzo, y que permita al sector recuperar rentabilidad gracias a la fortaleza del turismo nacional -que recuperará el nivel de gasto de 2019- y el regreso del internacional, para el que contempla que el gasto crezca un 92% en 2022 y se sitúe alrededor del 70% del nivel de 2019.
Javier Ibáñez de Aldecoa, autor del informe sectorial semestral de la entidad, ha explicado a elEconomista que sus datos de pagos con tarjeta en España muestran que, tras un noviembre a niveles de 2019, en diciembre hubo un "pequeño enfriamiento" del 4%, y la primera semana de enero el gasto de los españoles es un 13% inferior al prepandemia, y el de los extranjeros un 19%, frente a caídas del 48% y el 67%, respectivamente, en el primer trimestre de 2021.
"Estamos viendo un impacto, aunque de magnitud muy diferente a la de enero del año pasado, que fue mucho más profundo porque hubo restricciones mayores", señala, y en el caso del turismo, recalca que tras casi dos años de pandemia, destinos emisores clave que han tenido limitaciones como los británicos y estadounidenses tienen ganas de venir a España.
Ibáñez ratifica las conclusiones del estudio de este primer semestre del año, que augura un 2022 "incierto pero prometedor" para el turismo español, de forma que el PIB del sector se situará en un nivel del 82% respecto al de 2019 -un registro similar al de 2016-, apuntando un crecimiento del 51% anual y conformando un ejercicio "rentable para el promedio del sector, lo cual reafirma que la sostenibilidad de la industria turística a largo plazo está fuera de dudas".

El documento, al que ha tenido acceso elEconomista, tomó datos hasta el 20 de diciembre y rebaja seis puntos las previsiones de rebote del PIB turístico que CaixaBank Research estimaba en otoño para el año 2022, si bien Ibáñez contempla una futura revisión al alza: "Cuando cerré el informe creíamos que la ola de contagios no llegaría a ser tan intensa, pero que el impacto sobre la demanda iba a ser mayor. Hemos sido negativos para enero y febrero, pero en enero el impacto está siendo menos intenso de lo previsto. La demanda turística está conviviendo bastante bien con la pandemia".
Además, el autor del informe incide en que los primeros meses del año tienen poca incidencia en la facturación anual: "El sector se la juega a partir de mayo, que es cuando sube el gasto, y para entonces seguimos siendo positivos".
Recuperación desigual
Pese a las perspectivas generales de crecimiento turístico en 2022 que "aupará al promedio del sector a niveles de actividad rentables", según el informe, Ibáñez incide en que la recuperación es desigual según destinos y subsectores. Así, el impacto es mayor en el transporte que en la restauración, y en verano hubo datos muy diferentes de pernoctaciones según las autonomías, con casos de caídas de más del 40% respecto a verano de 2019 y crecimientos de casi el 10%.
CaixaBank también ha analizado el gasto con tarjeta en los hoteles, que fue un 16% inferior al de verano de 2019, si bien más del 25% de los hoteles con TPV de CaixaBank mantuvieron caídas de más del 52% el pasado verano, mientras que el 25% de hoteles con mejor comportamiento alcanzó crecimientos de más del 19%.
Es por ello que el documento coincide con peticiones realizadas el jueves por Exceltur como prorrogar los Ertes y dotar de más ayudas al sector para superar los efectos de la pandemia y reforzar su competitividad futura. En este sentido, Ibáñez destaca que es un sector muy grande y relevante para la economía española que necesita apoyo, y celebra la existencia del fondo de rescate de la SEPI para "impedir que caigan agentes clave", si bien considera que no sería necesario un Perte específico para el turismo, sino integrarlo en los existentes, como el dedicado a la rehabilitación de inmuebles.
"Tan solo 337 millones de euros, algo que se antoja muy limitado dada la magnitud del sector turístico"
El informe sí que reprocha la escasa partida presupuestaria dedicada a la digitalización en el Plan de Modernización y Competitividad del Sector Turístico estatal vinculado a los fondos europeos Next Generation, con "tan solo 337 millones de euros, algo que se antoja muy limitado dada la magnitud del sector turístico, que en 2019 alcanzó un PIB de 154.000 millones de euros". Detalla que el desarrollo de la digitalización requiere de inversiones importantes, pero la crisis producida por la pandemia ha limitado considerablemente la capacidad de inversión de las empresas.
En el ámbito medioambiental del sector, el apoyo es mayor. Dentro del Plan de Modernización y Competitividad del Sector Turístico, es el eje que más inversión recibirá, con un presupuesto de unos 1.900 millones para los próximos tres años. CaixaBank indica que los niveles de contaminación han aumentado, y las líneas de mejora van desde construcciones más eficientes y con mayor calidad energética, pasando por sistemas de acondicionamiento más modernos, hasta una movilidad más limpia.
Metamorfosis en los viajes de negocios
El turismo de negocios se comportó mejor que el de ocio en los peores momentos de la pandemia, pero su velocidad de recuperación no es tan rápida. Con el impulso de la digitalización y el auge del teletrabajo, la movilidad por negocios ha cambiado muy rápido. "Las ferias seguirán siendo importantes, pero reuniones y conferencias más pequeñas pueden perder peso. El turismo enfocado a los negocios deberá adaptarse a los cambios", señala Ibáñez.
El turismo de negocios generó el 8,2% del gasto turístico total en 2019, pero es clave para mantener viva la actividad en los meses invernales y para los destinos urbanos. Los turistas domésticos de negocios estaban en septiembre un 30% por debajo de 2019.