
Una de las operaciones corporativas en el sector aéreo que quedaron aplazadas por el vendaval que supuso la irrupción del coronavirus, la integración de Air Nostrum y la irlandesa CityJet para liderar el sector de la aviación regional en Europa, vuelve a levantar el vuelo. Esa es al menos la intención de la aerolínea valenciana, que opera bajo la franquicia de Iberia Regional, según dejó claro el director financiero de Air Nostrum, José Manuel Gamir.
El directivo de Air Nostrum aseguró que "tenemos esperanza en breve de ponerlo en marcha" pese al tiempo transcurrido, ya que el acuerdo entre ambas compañías se anunció en julio de 2018. Según Gamir, a pesar del tsunami que ha supuesto la pandemia, que en el caso de la compañía valenciana ha supuesto una caída de hasta el 80% en su pasaje, el proyecto "está vivo todavía". El director financiero realizó estas declaraciones en una jornada sobre la crisis de las materias primas y los suministros en Valencia.
Los dos socios habían acordado crear un nuevo grupo que aglutinase las dos aerolíneas que seguirán operando con marcas independientes y en el que los actuales socios de Air Nostrum encabezados por su presidente ejecutivo, Carlos Bertomeu, tuvieran la mayoría accionarial. Una operación a imagen de la que supuso la creación de IAG y con la que Bertomeu buscaba ser el primero en lo que consideraba un proceso de concentración imparable en el sector antes de que estallase la pandemia.
Sin embargo, esa estrategia se vio retrasada primero por Bruselas, que tardó más de un año en dar su visto bueno a esa fusión, y luego por la paralización de la actividad aérea que supuso la irrupción del Covid. De hecho las dos partes han reducido notablemente su tamaño para sobrevivir a esta crisis. En el caso de Air Nostrum, tras perder 140 millones de euros en 2020 uno de los motivos del optimismo para retomar la operación es el avance en las negociaciones para obtener los 103 millones que solicitó al fondo de la Sepi con los que despejar su futuro. Pero en el camino la aerolínea valenciana ha tenido que reducir su flota en 14 de sus 40 aparatos.
En el caso de CityJet, la compañía se tuvo que acoger a un proceso de reestructuración por su deuda que supuso el recorte de la plantilla en 800 trabajadores, hasta los 500 actuales. También su flota se ha reducido, de 34 a 12 aviones, después de que el Covid supusiese el final de cuatro de los cinco contratos que mantenía para operar vuelos de otras aerolíneas. Actualmente solo mantiene el de SAS, para la que realiza los vuelos regionales en Escandinavia.
Filial en Paraguay
Junto con la operación con CityJet los socios de Air Nostrum apostaron por diversificar su actividad en el transporte, de ahí la entrada en el nuevo operador ferroviario Ilsa junto a Trenitalia, pero también geográficamente. Una estrategia que ha fracasado en Argentina, pero que se ha consolidado en Paraguay con el operador Paranair. Según el ministro de Industria y Comercio de Paraguay, Luis Alberto Castiglioni, el Gobierno del país ha pedido al grupo "llegar a hacer" de esta "la línea aérea bandera de Paraguay".