
Orange España ha reducido sus ingresos el 4,9% hasta el pasado mes de septiembre, lastrado por la competencia del bajo precio, el freno sufrido en el negocio fijo mayorista y un peor rendimiento interanual en todos sus servicios de fijo, móvil y convergente. En total, el operador ha facturado un total de 3.544 millones de euros, un dato que mejora en una décima la reducción del trimestre inmediatamente anterior (-5%). También ha mejorado el negocio del fútbol televisado, un incremento de los clientes del 35% de los abonados a estos contenidos premium.
La filial española del grupo galo considera que el entorno comercial es "cada vez más difícil", donde también ha impactado de forma negativa la reducción de las ventas por servicios retail (B2C). Todo lo anterior ha impactado en unas cuentas trimestrales en las que sobresale el repunte de los clientes convergentes, que ya representan el 86% de la base de clientes de banda ancha fija a través de las principales marcas del grupo: Orange, Jazztel y Simyo.
En el escandallo de los ingresos se aprecia una caída en todo el catálogo de ofertas de conectividad, con retrocesos en servicios convergentes (-4,8%), fijo (-9,3%), móvil (-13,9%) y servicios mayoristas (-1,4%). Al cierre del pasado septiembre, el operador cuenta con más de 20,2 millones de clientes, de los que 16,2 millones de abonados son de móviles y otros cuatro millones de banda ancha fija.
Orange España ha ingresado en los nueve primeros meses del año un total de 3.544 millones de euros, lo que representa una caída del 4,9% respecto a los datos comparables de 2020. El operador considera que la elevada competencia del mercado y el impacto de actividades de bajo margen, como la desaceleración de la venta de equipos y la menor actividad del tráfico internacional fijo mayorista.
Esperanza en el 'roaming'
Con vista al futuro inmediato, el operador aprecia que cierta reactivación en el negocio del roaming, ya que "muchos países colindantes comienzan a venir a España", por lo que se espera "una rápida vuelta a la normalidad". En cualquier caso, el tráfico móvil internacional sigue siendo muy inferior al registrado antes de la pandemia, lo que permite presuponer un cierto vector de crecimiento para los próximos meses.