
Durante cinco años, antes de que estallara la crisis financiera de 2008, los principales bancos mundiales tuvieron controlado el índice del Libor a su antojo. La manipulación fue uno de los mayores escándalos financieros de la historia, que terminó con cabezas de banqueros rodando y acuerdos mil millonarios. La Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EEUU (CFTC, por su siglas en inglés) desveló ayer parte del secreto de la investigación al reconocer que llegó a pagar 200 millones de dólares a un exempleado de Deutsche Bank por información clave para desmontar el mayor caso de manipulación del mercado.
El cartel del Libor estaba integrado por los bancos más influyentes a nivel mundial. Estuvieron implicados JP Morgan, Deutsche Bank, Royal Bank fo Scotland, HSBC, UBS, Credit Agricole y Barclays. Gigantes financieros a ambas orillas del Atlántico que manipularon a su antojo el índice del Libor. Una referencia financiera que está a punto de desaparecer y que servía para establecer los intereses que se aplicaban los bancos en el mercado interbancario, y que terminaba influyendo en el coste real de los préstamos a pie de calle, como sucede con el Euribor.
Las alarmas saltaron en la antesala de la crisis en EEUU. El Libor se mantenía artificialmente bajo en un intento de los bancos, no desvelar su debilidad financiera ante la bola de nieve que se estaba generando con las hipotecas subprime. El comportamiento errático del índice puso en danza al FBI y a reguladores como la CFTC o la SEC. La investigación se extendió por una decena de países y perseguía a operadores de casi una veintena de entidades financieras. Las pesquisas se centraron en las principales plazas financieras del mundo: Wall Street, la City y Hong Kong.
La CFTC jugó un papel fundamental gracias a su programa denuncia de irregularidades, que utiliza la figura del whistleblower, del chivato, y que es recompensado económicamente, además de proteger su anonimato. La agencia ha informado que pago 200 millones de dólares a un denunciante cuya "información original, creíble y oportuna contribuyó significativamente a una investigación ya abierta que condujo a una acción de ejecución exitosa, así como al éxito de dos acciones relacionadas, por un regulador federal de los Estados Unidos y un regulador extranjero".
El comunicado apunta a un ex empleado de Deutsche Bank, según el bufete de abogados Kirby McInerney, que se ha atribuido al informador dentro de su cartera de clientes. El operador proporcionó amplia información y documentos en 2012 para ayudar a las investigaciones abiertas por reguladores de EEUU y extranjeros sobre la práctica de los bancos para fijar el nivel del Libor.
El índice, que inicialmente estaba vinculado a la libra esterlina y a los préstamos en Reino Unido, fue adquiriendo importancia a convertirse también en referencia para los futuros de renta fija, opciones, swaps y otros productos derivados negociados y compensados ??también en EEUU y en los mercados asiáticos.
Un panel de 16 bancos comunican los tipos de interés que les están exigiendo sus rivales a la Asociación de Banca Británica, responsable del índice desde su creación en los 80. La patronal bancaria genera el índice eliminando los cuatro tipos más elevados y los cuatro más bajos y realizando la media estadística con los ocho restantes. A partir de ese dato, se genera los intereses oficiales para 15 vencimientos, con el cruce en 15 divisas. El Libor llegó a condicionar a más de 260 billones de euros, cinco veces el PIB mundial, de hipotecas, préstamos con tarjetas de crédito o préstamos empresariales por todo el mundo.
Los bancos implicados mentían sobre los intereses aplicados. Los préstamos interbancarios se producían a tipos más altos de lo que realmente se cerraban. Un banco hacía el favor a otro de comunicar intereses más bajos en el crédito solicitado. Una declaración publicada por The Daily Telegraph de un operador dentro de la trama. "Había que ocultar que el banco estaba pidiendo préstamos a tipos de interés tan altos, por lo que estábamos enviando precios más bajos al Libor. Había una aceptación generalizada de que se rebajaban los precios unos pocos puntos básicos cada día, todo el mundo lo sabía, y todo el mundo lo hacía".
Desde 2010, la CFTC tiene capacidad para compensar a los informantes, lo que en la práctica supone incentivar los chivatazos sobre malas prácticas financieras, gracias a la reforma de la ley Dodd-Frank en 2010. Tras la crisis financiera de 2008, EEUU rearmó la regulación bancaria y de los mercados financieras. A la vez que los reguladores pusieron el acento en los excesos cometidos.
Desde entonces la CFTC ha desembolsado más de 300 millones de dólares a informadores. Los denunciantes llegan a recibir entre el 10 y el 30% de las sanciones monetarias recaudadas. Todos los premios a los denunciantes se pagan con cargo al Fondo de Protección al Cliente de la CFTC.
El escándalo del Libor se saldó en la mayoría de países con sanciones y pactos mil millonarios, por parte de más de una docena de entidades financieras en EEUU, Reino Unido y la Unión Europea. Le costó la cabeza a la plana mayor de Barclays a corto plazo y pasó factura a otros banqueros como a los de Deutsche Bank.