Empresas y finanzas

El dueño del Valencia saca partido a sus hospitales con el Covid

  • La principal inversión de Peter Lim en Asia vuelve a ser rentable
  • Los test y la vacunación impulsan a su grupo hospitalario en Singapur
Peter Lim. Foto: AFP
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Una oferta para comprar el Valencia Club de Fútbol valorada en 248 millones de euros con financiación de un supuesto banco y de una constructora internacionales, pero sin respaldo de entidades españolas y procedente de un exvicepresidente del club, Miguel Zorío.

Ése es el último movimiento que rodea al equipo de fútbol propiedad de Peter Lim, que a los escasos éxitos deportivos cosechados desde su llegada suma el haber sido incapaz de retomar las obras de su nuevo estadio que llevan detenidas más de una década. Un parón que le ha puesto en el ojo de las críticas de los políticos valencianos.

Paradójicamente, la pandemia ha ofrecido al empresario un bálsamo en la que es su principal inversión en Asia lejos del fútbol: el negocio sanitario. Lim es el principal accionista de Thomson Medical Group, uno de los mayores operadores hospitalarios privados de Singapur y Malasia. El empresario posee el 89% de las acciones de este grupo, que cotiza en la Bolsa de Singapur. Un conglomerado que abarca dos grandes hospitales y 45 centros de distintas especialidades médicas.

A diferencia de lo ocurrido con el fútbol, la pandemia ha hecho repuntar la actividad de este grupo sanitario. Hasta el punto de dejar atrás las pérdidas que arrastró entre 2019 y 2020, cuando sus números rojos se elevaron hasta 98 millones de dólares singapurenses (casi 62 millones de euros).

El coronavirus ha permitido a Thomson Medical Group dar la vuelta a la situación. En su último ejercicio, cerrado en junio pasado, logró volver a beneficios con unas ganancias de 16,9 millones de dólares singapurenses (10,6 millones de euros).

Contratos contra el virus

La receta de esta mejoría se encuentra en el incremento de su negocio en un 11,2%, hasta casi 152 millones de euros. Un crecimiento de los ingresos generado por la actividad ligada a la lucha contra el coronavirus. El grupo privado hizo caja al ser contratado por las autoridades sanitarias de Singapur para realizar las pruebas serológicas a los trabajadores procedentes de otros países a los que se impuso la cuarentena.

Además, Thomson Medical asumió la gestión de tres centros de vacunación en el país asiático. Unos ingresos extraordinarios que se sumaron al hecho de que con la enfermedad también aumentaron los pacientes y creció la factura media por cliente.

A favor de la inversión de Peter Lim también jugaron las medidas económicas puestas en marcha por el país asiático para paliar la crisis económica originada por la emergencia sanitaria. Por un lado, Thomson Medical se benefició de las subvenciones del programa de apoyo al empleo. Por otro, también mejoró sus cuentas con las devoluciones de impuestos aprobadas por el Gobierno de Singapur para apoyar a las empresas que mantuvieron el empleo durante la crisis del Covid-19.

Peter Lim llegó a ver como el valor de su grupo médico se devaluaba a la mitad

La reactivación no solo llegó del país del propio Peter Lim. La filial de Thomson en Malasia, que concentra buena parte de su actividad en el segmento de la fertilidad, también contribuyó a la salud financiera del conglomerado empresarial durante el último año. TMC Life Sciences Berhad, que cotiza en la bolsa malaya, registró una fuerte subida del beneficio del 51%, hasta 4,13 millones de euros, tras aumentar el negocio otro 31%. Una reactivación que también permitió a los títulos de la filial malaya revalorizarse un 46%, después del desplome generalizado de las bolsas en marzo de 2020 con la explosión de la crisis sanitaria.

Peter Lim, cuya fortuna Forbes valora en 2.400 millones de dólares, llegó a ver como el valor de su grupo médico llegaba a devaluarse prácticamente a la mitad entre enero y marzo del año pasado. La acción alcanzó entonces su mínimo y la capitalización total de la compañía se situó en 668 millones de euros. Gracias a la mejora de los resultados y, también a las propias compras de acciones del dueño del Valencia que animaron al valor el pasado febrero, Thomson se ha revalorizado desde mínimos hasta alcanzar una capitalización de 1.375 millones. Sus títulos se sitúan un 17% por encima de la cotización en los meses previos a la pandemia.

Los planes de Thomson Medicol

Si los planes de Thomson Medicol para crecer en Malasia fructifican, el grupo debería dar nuevas alegrías a su socio mayoritario. A finales de este año está previsto que entre en marcha la ampliación de su hospital en ese país, con el que triplicará sus camas actuales hasta más de 600. A través de TMC Life Sciences también está entrando en nuevos negocios, como su propia línea de productos saludables.

Sin olvidar el gran proyecto que atrajo hace casi una década a Lim a su accionariado cuando su principal negocio era el inmobiliario: un gran complejo hospitalario y turístico en el sur del país, donde posee más de nueve hectáreas de terrenos y que prevé arrancar en tres años. Un panorama que contrasta con la tormenta en Valencia ante la falta de compradores para el viejo Mestalla y la parálisis del nuevo estadio.

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