
El alcalde de Valencia ha anunciado que no se prorrogará la actual Actuación Territorial Estratégica (ATE) que vence el próximo 15 de mayo si el equipo valencianista no da pasos para poner en marcha las obras del nuevo estadio, paralizadas hace una década, y un compromiso claro para terminarlas.
La paciencia del Ayuntamiento de Valencia parece haberse agotado con uno de los grandes proyectos de la ciudad que lleva atascado desde 2009, el Nuevo Mestalla en la Avenida de las Cortes.
El propio Joan Ribó ha dado un ultimátum público al Valencia Club de Fútbol para que retome las obras y se comprometa a finalizar el Nuevo Mestalla o no se ampliará la licencia que permite a la sociedad pública utilizar el suelo del viejo estadio para viviendas y uso comercial, además de dar también usos hoteleros y comerciales a parte de la parcela del nuevo estadio. El permiso para la Actuación Territorial Estratégica (ATE) vence el próximo 15 de mayo.
"Si no lo hace, la reglamentación es clara: sustitución del promotor o caducidad de la ATE", señaló el alcalde Joan Ribó, en que también compareció la vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez.
Aunque la ATE es una normativa autonómica, la oposición del municipio a la prórroga sería un punto de inflexión tras varias renovaciones de los plazos.
La no renovación de esa autorización supondría un duro revés para las expectativas de ingresos de la sociedad deportiva controlada por el empresario de Singapur Peter Lim. Sin embargo, la situación económica del Valencia Club de Fútbol y el fracaso de sus intentos por vender el suelo del viejo Mestalla, donde continúa celebrando sus partidos.
El ultimátum municipal se suma a una mala situación deportiva que ha encendido las críticas al máximo accionista en la ciudad tanto en el plano deportivo como de gestión empresarial.