
Que RTVE no está pasando por su mejor momento es un secreto a voces. Cerró 2020 con números rojos por valor de 31,6 millones de euros, un 6,7% más que el año anterior, cuando el agujero fue de 29,6 millones (ver gráfico). La caída de los beneficios -en 2017 llegó a embolsarse 23 millones de euros- viene acompañada de pérdida de audiencia.
De las cadenas tradicionales es la menos vista con diferencia. Mientras Atresmedia y Mediaset terminaron agosto luchando por el primer puesto con un 13,12% y un 13,11% de cuota de pantalla respectivamente, la pública tan solo consiguió hacerse con un 8,9%, y se trata de una cifra para celebrar: la emisión de los Juegos Olímpicos la ha impulsado hasta el mejor agosto de los últimos tres años. De hecho, las tres emisiones más vistas del mes fueron emitidas en La 1, y las tres de los Juegos Olímpicos: la prórroga del Brasil-España, que fue vista por 5,2 millones de espectadores; el partido Brasil-España con 3,8 millones de espectadores y, por último, la prórroga del partido Japón-España, que fue vista por 3,7 millones de pantalla y registró una cuota de pantalla del 31,3%.
Para poder salir de este abismo RTVE necesita ayuda externa, mucha. Es por eso que han puesto sus ojos en los fondos Next Generation de la Unión Europea. Concretamente esperan captar un pellizco de 200 millones de euros a través del plan Spain Hub Audiovisual, un programa gubernamental con fondos europeos para digitalizar y atraer inversión de la industria audiovisual.
La corporación ha enviado a la manifestación de interés puesta en marcha por el Gobierno 16 propuestas que sumarían 193,8 millones de euros, según los datos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital a los que ha tenido acceso Europa Press. La cantidad a la que quiere tener acceso RTVE es un 12% del total. Los recursos públicos que se prevén movilizar para el Plan España, Hub Audiovisual de Europa ascienden a 1.603 millones de euros a lo largo del periodo 2021-2025.
Con este dinero RTVE podrá aumentar el número de contenidos producidos, crear nuevas vías de distribución y comercialización, desarrollar plenamente una nueva actividad industrial capaz de generar beneficios y permitir a los creadores mantener derechos sobre sus obras. Todo esto se traduce en más oferta para el ciudadano.
Desde que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa en junio de 2018 ha hecho todo lo posible para intentar compensar la pérdida constante de audiencia. El presupuesto de RTVE para 2021 asciende hasta los 1.127 millones de euros, lo que supone un aumento de cerca del 13% respecto a 2018 (y que fue prorrogado en 2019 y 2020).
Mínimo histórico de audiencia
La esperanza de la tele pública es que entre el aumento del presupuesto y las ayudas provenientes de Europa puedan salir del pozo en el que llevan más de dos años. A pesar de que agosto ha sido un mes bastante bueno gracias a los Juegos Olímpicos, la realidad es que se trata de un mero espejismo.
En junio, según datos de la consultora Barlovento Comunicación, La1 registró la peor audiencia de su historia por tercer meses consecutivo al copar un escaso 8,1% de cuota de pantalla, superada incluso por las televisiones regionales.
Pese a que las nuevas temporadas, que empiezan en septiembre, suelen venir acompañadas de ilusión, la realidad es que RTVE tendrá que hacer frente a muchos baches en su camino si quiere empezar a recuperar la audiencia perdida en los últimos meses, sobre todo, si se tiene en cuenta que en julio suspendió Las cosas claras.
El matinal presentado por Jesús Cintora en apenas seis meses de emisión había conseguido superar en espectadores a su principal competidor, Al rojo vivo. El espacio que ha dejado Cintora ha sido ocupado desde este lunes por Ion Aramendi y el nuevo programa Mejor contigo.