
Netflix acaba de estrenar la última temporada de La Casa de Papel, con la que llega a su fin el que puede ser el atraco al Banco de España más famoso de la historia. Muchos son los ejemplos que pueden venir a la memoria al pensar en grandes robos, desde reales a ficticios. Sin embargo, poco se habla de esos pequeños delitos no tan insignificantes, como el de Victoria Mazur, que robó 195.000 dólares de Gateway Packaging Corp, la empresa familiar de paquetería en la que trabajaba en Pensilvania, Estados Unidos.
El delito se perpetró entre 2012 y 2017, los años que Victoria Mazur ejerció como interventora de la compañía. Durante ese periodo, Mazur, con la ayuda de su marido, emitió casi 190 reembolsos fraudulentos de diferentes tarjetas de crédito que, posteriormente, transfirió a su propia cuenta bancaria, según las declaraciones de los fiscales que recoge MarketWatch. Para que los propietarios de la empresa no se dieran cuenta del dinero que faltaba, la interventora falsificó los estados financieros de la misma.
Dado el tamaño de la empresa, apenas 25 empleados, el robo de casi 200.000 de dólares fue fatal: llevó a la compañía a la bancarrota, a vender su lista de cliente a la competencia y a sus trabajadores a engrosar la cola del paro.
Victoria Mazur, que ya estuvo tres años en libertad condicional tras ser condenada por fraude electrónico, ha sido sentenciada a pasar dos años en una prisión federal, así como a pagar el equivalente a la cantidad sustraída como indemnización.