La farmacéutica Rovi no está viviendo su mejor momento desde que el pasado jueves Japón suspendiera el uso de 1,63 millones de dosis de la vacuna de Moderna al detectar la presencia de contaminantes en algunos viales, todos fabricados por la española.
Esto ha provocado el caos en su cotización. El jueves cayó un 13,50% y desde entonces sus acciones se han desplomado un 22% hasta los 50,6 euros. El retroceso se ha agravado este lunes al desplomarse un 14,19% después de que se haya conocido la muerte de dos personas que recibieron una de las vacunas bloqueadas por seguridad. Ha sido su sesión más bajista.
A pesar de las fuertes caídas, la compañía está muy cerca de sus máximos históricos, registrados el lunes 23 de agosto en 68 euros. Más allá de los problemas de los últimos días, el acuerdo al que llegó con Moderna en julio de 2020 ha sido su mayor aliado. Sus acciones se revalorizan más de un 100% (ver gráfico) y la subida es de más de un 250% si se compara con los niveles que registraba en marzo, antes del inicio de la pandemia.
La contaminación de la vacuna no parece haber asustado en exceso a los analistas que la siguen en bolsa. De hecho, desde el jueves 4 de los 11 expertos que realizan su seguimiento a través de Bloomberg han revisado sin cambios tanto su posición como el precio objetivo de la farmacéutica. De ellos, solo el analista de Oddo aconseja mantener los títulos frente a los otros tres (Alantra, Bestinver y JB Capital) que creen que sigue siendo buen momento para adquirir sus títulos. Esta es la opinión mayoritaria del consenso de analistas, el 72,7% recomienda comprar sus acciones, frente al 18,2% que únicamente aconseja mantenerlos el cartera y el 9,1% que asegura que es el mejor momento para vender.
Uno los analistas que se mantiene firme en su confianza es el de Bankinter. "El bloque sufrido en Japón se asemeja mucho a otras interrupciones temporales de vacunas. En este contexto, mantenemos recomendación de comprar. Rovi es una compañía beneficiada por el efecto Covid-19 y por el acuerdo con Moderna para fabricar el principio activo de la vacuna", dice.
En mitad de la vorágine de informaciones que van llegando con goteo desde Japón, en Madrid se sigue trabajando. La planta de Rovi en San Sebastián de los Reyes, exceptuando las líneas de producción que están siendo inspeccionadas por la compañía y la Agencia Española del Medicamento, continúan fabricando viales de la vacuna de Moderna. Hasta el momento, según ha podido saber este periódico, las relaciones entre ambas empresas siguen en sintonía.
Ahora, a medida que avancen las investigaciones tanto del gobierno nipón como las de Moderna, se abren tres escenarios. Ya se conoce que las dos personas fallecidas no recibieron dosis del lote contaminado, sino de uno de los adyacentes que se bloquearon por seguridad. El primero de los escenarios es que esas dosis también estuvieran contaminadas, por lo que la presión recaería sobre Rovi. Este extremo parece que se va descartando según las informaciones a las que ha tenido acceso este medio.
La segunda hipótesis sería que las muertes no guardaran relación con la inoculación de la vacuna. En este sentido, el propio Gobierno de Japón ha admitido que hasta el 8 de agosto se habían producido nueve fallecimientos tras recibir una dosis de Moderna sin que existiese relación causal. Si fuese así, ambas compañías (Moderna y Rovi) respirarían aliviadas.
La última de las posibilidades es que, sin estar los lotes contaminados, la vacuna estuviera detrás de los dos fallecimientos. Si fuese este el caso, las presión iría dirigida hacia Moderna, ya que Rovi no guarda más responsabilidad que la de fabricar correctamente los viales. La biotecnológica americana emitió un comunicado el sábado en el que aseguraba que los resultados de los análisis de las dosis se conocerían a principios de esta semana.
