Empresas y finanzas

¿Hace falta el Programa Único para universalizar la banda ancha?

  • La banda ancha por satélite es una alternativa eficiente en muchos entornos rurales

El pasado 14 de junio el Gobierno lanzó un nuevo programa para extender la banda ancha ultra rápida hasta 2025 a la totalidad del territorio nacional (programa de universalización de infraestructuras digitales para la cohesión, conocido como "ÚNICO"), de cara a proveer un acceso a Internet en las zonas menos pobladas similar al que se ofrece por diversos operadores en las grandes ciudades. El programa ÚNICO está dotado en esta primera convocatoria con una dotación de 250 millones de euros con cargo al componente 15 del Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia en el ámbito de la conectividad y la digitalización ("España Puede"), presentado por el Presidente del Gobierno el 7 de Octubre del año pasado y financiado con recursos aportados por el Fondo de Recuperación Europeo, asociado al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la UE.

El Programa ÚNICO es el sucesor del vigente programa de extensión de banda ancha de nueva generación (PEBA-NGA), gracias al cual a finales del presente año casi el 93 por ciento de la población española debería tener ya acceso a una conectividad de datos con velocidades mínimas de 100 Mbps. A falta, al escribir estas líneas, de publicarse la orden de bases del Programa ÚNICO, tal vez la gran novedad estriba en que habiéndose sometido a consulta pública hasta el pasado 29 de Mayo el proceso de identificación de zonas elegibles, éstas pasarán a basarse en parcelas catastrales en lugar de entidades singulares de población, presumiblemente mejorando la precisión y eficiencia de las inversiones asociadas.

En un mundo dominado por la movilidad, por la creciente conexión de máquinas en entornos flexibles, la eclosión de operadores híbridos (fijo/móvil) locales (es muy interesante, entre otros, el caso de "Onaro", el operador del municipio de Oñati, en el País Vasco) y especialmente la necesidad de proteger determinados hábitats coincidentes con áreas con falta de cobertura, la apuesta con fondos públicos por la extensión de las redes de acceso de fibra óptica para alcanzar las velocidades mencionadas puede resultar desmesurada. Desde la perspectiva tecnológica, la llegada de 5G abre posibilidades más económicas de ofrecer banda ancha ultra rápida en todo el territorio nacional.

En efecto, las soluciones de acceso "fijo inalámbrico" ("FWA" en su acrónimo en inglés), que forman parte de los despliegues a título de prueba en diversos pilotos de 5G en marcha en toda la geografía española, son una respuesta eficiente a la demanda de ancho de banda en cualquier ubicación, incluso de difícil acceso, por la presencia y facilidad de creación de emplazamientos camuflados, por la potencia de transmisión de las redes subsidiarias de radio enlaces y especialmente, por la baja probabilidad de congestión en la red que permite optimizar los recursos técnicos, ofreciendo velocidades superiores a los 30 Mbps, según el amplio detalle que ofrece el documento sobre cobertura de banda ancha en España del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ("avancedigital.mineco.gob.es") a 30 de Junio de 2020 y que ha servido de referencia para el lanzamiento del Programa ÚNICO. Es ya fácil encontrar personas que incluso en zonas en las que se ofrece conectividad gratuita basada en fibra óptica a través de WiFi prefieren utilizar la red de datos móviles, creando sus propios "hotspots". Naturalmente, si lo que se busca es disponer de una conexión para entretenimiento para un equipamiento inmóvil (vídeo, juegos), no obstante los parámetros fijados para 5G por la UIT de retardo (1 milisegundo de ida y vuelta) y densidad de dispositivos conectados (1 millón por kilómetro cuadrado), se podría llegar a entender la preferencia por la fibra óptica hasta el hogar. Cuando se juzgan los factores medioambientales y sociales que guían hoy en día las decisiones de inversión con recursos privados, tanto por su empleo menor de pasivos de red, el impacto visual más reducido, su mayor eficiencia energética y su capacidad de inclusión vía precio, la alternativa móvil resulta vencedora en los entornos de baja densidad de población. Finalmente, sigue representando una alternativa eficiente para la banda ancha en entornos rurales la conectividad vía satélite geoestacionario. En concreto, Eutelsat Konnect, con una velocidad de bajada de 100 Mbps y un precio competitivo es sin duda una opción válida para cerrar eficazmente la brecha digital residual en España.

Con el beneficio de saber ahora lo que antes se desconocía y de poder hacer una valoración semejante cuando se hayan ejecutado las ayudas del Programa ÚNICO, es patente que la economía nacional y el sector de las TIC se habrían beneficiado de una actuación racional de los operadores para reducir el elevado solapamiento de redes de fibra óptica hasta los hogares ("FTTH" en el acrónimo en inglés) en determinados núcleos urbanos -anticipando el desarrollo del mercado mayorista (desde 2016, "NEBA local") y destinando una fracción de la inversión en redes superpuestas, para llevar FTTH en régimen de operador conjunto en las zonas sin posibilidad de concurrencia por las limitaciones de la demanda, en última instancia los territorios que ahora trata de cubrir el Programa ÚNICO.

Pensando en los requerimientos de velocidad, la orografía de los territorios que todavía carecen de banda ancha ultra rápida, conforme al detalle provisto por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y los costes asociados a los despliegues y conexión de las redes de última milla, una alternativa muy competitiva, por su versatilidad y eficiencia, son las llamadas redes gráficas inalámbricas ("wireless graph networking" o "WGN" en inglés) actualmente en servicio a través del operador Common Networks en ciertas poblaciones del Oeste de Estados Unidos, aparentemente superando las limitaciones de otras soluciones ampliamente probadas con resultados decepcionantes como WIMAX. Inicialmente utilizando frecuencias de espectro radioeléctrico no licenciadas (una combinación de microonda (5GHz) y banda milimétrica (en este caso 60GHz)), las WGN pueden llegar a superar 1Gbps a través de ésta última. La tecnología es compatible con el uso de las redes de acceso móvil en frecuencias licenciadas, lo que permite ampliar la distancia entre nodos y superar en gran medida la exposición a interferencias. La clave de WGN reside en crear una malla redundante entre puntos de acceso (antenas receptoras y emisoras de la señal, normalmente en residencias unifamiliares) que se dan soporte mutuo y generan un mecanismo de eficiencia en la gestión del trafico, siempre y cuando se pueda asegurar la inexistencia de obstáculos al haz, que de otro modo decae por las interferencias.

Esta solución está apoyada por Facebook -particularmente activa en la colaboración con los operadores para la promoción de las redes abiertas- a través de su iniciativa de software de conectividad "Terragraph" y por Qualcomm a través del chipset 802.11ay para la radio del enrutador doméstico de WiFi. El coste unitario del despliegue una WGN se estima en sólo el 6 por ciento del coste de la fibra óptica (según sendos análisis para el mercado de Estados Unidos, de Jeff Baumgartner en Light Reading de 20 de Marzo de 2019 y de Stephen Hardy en Lightwave de 11 de Septiembre de 2019. En cuanto al coste de conexión, se estima inferior en cerca de un 10 por ciento al de la fibra óptica. Naturalmente, los plazos de ejecución y puesta en servicio son sensiblemente menores para WGN.

"Las zonas del Programa Único se basarán en parcelas catastrales en lugar de entidades singulares de población"

Previsiblemente la convocatoria del Programa ÚNICO se resuelva de manera convencional, siendo deseable la participación de operadores locales -alternativamente y para facilitar su instrumentación a través de la asociación que las reúne, AOTEC- y concretamente de los promovidos por ayuntamientos y pedanías, en la medida en que han demostrado con hechos una gran agilidad y eficiencia en el desarrollo de mercados singulares, en condiciones asequibles para sus clientes, quizás por disfrutar de un atributo de proximidad y capacidad de combinación con otros servicios básicos (agua, luz) que, con la supervisión debida, goza de notable popularidad en zonas poco pobladas.

Quizás se conseguiría un empleo más atinado de los fondos públicos si la subvención en lugar de destinarse al despliegue de la red (por unidad inmobiliaria "pasada") se otorgase con motivo de la conexión, directamente como abono al usuario en la factura del servicio por un tiempo adecuado a la disponibilidad de presupuesto y a la conveniencia de estimular el uso de la banda ancha ultra rápida tales entornos.

Las campañas y herramientas de identificación de la demanda y la facilidad de acceso a la información de contratación, especialmente con un número mínimo de ofertas, hacen ya posible un modelo de apoyo económico que incentiva aún más la acción comercial y evita el riesgo de que la subvención quede enterrada en una infraestructura sin uso que en ciertas situaciones ha sido objeto de venta en un proceso lógico de escisión y consolidación de redes de acceso para su posterior cesión de uso, alentado recientemente por el atractivo de un flujo razonablemente seguro y predecible de rentas frente a tipos de interés en mínimos, similar al que ha impulsado las valoraciones de otros elementos pasivos de red como los emplazamientos de las redes móviles, con un balance en ocasiones espurio del empleo de los fondos públicos. En este sentido, parece que todavía no se ha avanzado respecto de la advertencia pronunciada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en Junio de 2019 ante una falta clara de vinculación entre las políticas públicas, la programación presupuestaria y los planes estratégicos de subvenciones, como sería el caso del Programa ÚNICO.

"Confundir conectividad de última generación con FTTH en las zonas donde aún no existe banda ancha ultra rápida podría ser un desatino si no se considera el 5G sobre 700 MHz"

Superado el antagonismo clásico entre operadores de telecomunicaciones en razón de la tecnología fija o móvil y atendiendo a los hábitos de uso actuales, parece lógico hacer un análisis de coste-beneficio que permita optimizar el empleo del capital, lograr un mejor desempeño desde el punto de vista ambiental y social y al mediar ayudas con fondos públicos, el coste de oportunidad del uso de tales fondos, en un entorno económico desafiante. Siendo encomiable el liderazgo de España entre países con un un nivel de renta per cápita similar en la penetración de FTTH, vale la pena preguntarse por qué en Europa otros países con un nivel de renta per cápita incluso superior consigue incrementos de productividad, garantizan los servicios públicos esenciales y consiguen niveles de digitalización mayores a los de España no obstante su menor penetración de FTTH, sea propiciando el uso de banda ancha móvil (Reino Unido) o aprovechando la velocidad que ofrecen bucles de cobre más cortos (VDSL, en Alemania). En última instancia, confundir conectividad de última generación con FTTH en las zonas donde aún no existe banda ancha ultra rápida podría ser un desatino, especialmente si antes no se han considerado los planes de despliegue de 5G en la esperada frecuencia de 700 MHz, que en el horizonte muy cercano de emancipación del 4G ("5G stand-alone") debe ofrecer holgadamente la velocidad mínima requerida de 100 Mbps.

Alberto Horcajo es CoFundador de Red Colmena

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