Ilsa (Intermodalidad de Levante), la sociedad controlada por accionistas de Air Nostrum y Trenitalia para competir en el AVE con Renfe y SNCF, ha iniciado la búsqueda de un socio con el que reforzar su capacidad financiera para acometer las inversiones previstas, por alrededor de 1.000 millones de euros, en su desembarco en la alta velocidad española.
La compañía que dirigen Fabrizio Favara y Víctor Bañares ya ha contratado a un banco de inversión internacional para asesorar la operación y está previsto que el proceso sea lanzado en próximas fechas, según indican fuentes del mercado. Desde Ilsa declinaron hacer comentarios.
El planteamiento inicial discurre por incorporar un inversor con una participación del 25% a través de una ampliación de capital. En la actualidad, Ilsa está controlada en un 55% por los accionistas de la aerolínea Air Nostrum, a través de Operador Ferroviario de Levante, y en un 45% por Trenitalia, el segundo mayor operador ferroviario de Europa. La entrada de un socio provocará una dilución de los actuales propietarios y, por tanto, la pérdida del control accionarial por parte de los accionistas de Air Nostrum.
El proceso está orientado fundamentalmente a inversores financieros
El proceso está orientado fundamentalmente a inversores financieros. No en vano, de acuerdo con las fuentes consultadas, Ilsa ha recibido desde hace meses el acercamiento por parte de fondos, tanto nacionales como internacionales, para participar en el proyecto. Es ahora, a apenas siete meses de iniciar sus operaciones en España, cuando ha decidido emprender un proceso que permita potenciar sus recursos propios. Lo hace, además, en un contexto en el que la pandemia ha socavado los tráficos del transporte, aún hoy con un elevado impacto tanto en el ferroviario como en el áereo. Esta situación ha asestado un golpe sin precedentes en los balances de las compañías del sector a nivel global del que no son ajenas Air Nostrum y Trenitalia.
Ilsa, con sede en Valencia, se erige en el primer operador ferroviario de viajeros español privado, si bien en su capital figura Trenitalia, propiedad de la compañía estatal italiana Ferrovie dello Stato. La compañía ganó a finales de 2019 el 70% del paquete B dentro del proceso de liberalización de la red de alta velocidad desarrollado por Adif -Renfe se hizo con el 100% del A y la firma pública francesa SNCF con el 100% del C-. Así, la empresa presidida por Carlos Bertomeu, presidente y principal accionista de Air Nostrum, operará las rutas que unen Madrid con Barcelona (32 frecuencias diarias, 16 en cada sentido), Valencia (ocho), Alicante (tres) y Málaga y Sevilla (siete). La firma valenciana explotará el 35% de las frecuencias de AVE y aspira a transportar a ocho millones de pasajeros.
Ilsa prevé arrancar los servicios en la alta velocidad española en enero de 2022
Ilsa prevé arrancar los servicios en la alta velocidad española en enero de 2022 -SNCF lo hizo el pasado 10 de mayo-. Para ello, utilizará el modelo de Trenitalia, el Frecciarossa 1000, el tren comercial más rápido de Europa, con una velocidad de hasta 380 kilómetros por hora. La empresa ha encargado a la alianza que forman la japonesa Hitachi Rail y la canadiense Bombardier 23 unidades. La compañía, que proyecta generar 2.600 empleos directos e indirectos, estima una inversión de 1.000 millones de euros para la compra de trenes, material y tecnología La incorporación de un socio dotará al grupo de mayor capacidad para afrontarla y también para abordar una posible internacionalización a países como Francia y Portugal.
1.000 millones de euros
Ilsa invertirá alrededor de 1.000 millones de euros para la compra de trenes nuevos, talento, tecnología y con atención a la seguridad en el proyecto para competir en la alta velocidad ferroviaria de España. Del total, 800 millones corresponden a la adquisición de 23 trenes del modelo Freccioarossa 1000 encargados a Hitachi Bombardier.