
Iberdrola ha suscrito con 21 bancos una nueva línea de crédito ligada a indicadores de sostenibilidad por valor de 2.500 millones de euros. Las condiciones de esta suscripción son de niveles pre-Covid, con precios similares a los de su última operación de este tipo en marzo de 2019.
La línea suscrita tiene una duración de cinco años ampliables en otros dos y carácter multidivisa. Se trata además de la primera financiación de una empresa española referenciada a Risk Free Rates (RFR), los índices que servirán de modelo para futuras financiaciones, en sustitución de Libor.
Esta nueva línea de crédito está sujeta a dos indicadores de sostenibilidad, relacionados con el ámbito medioambiental y social y, en base a su cumplimiento, el margen de la operación puede ajustarse de forma anual a la baja (step-down, si se cumplen) o al alza (step-up, si se incumplen).
El primero de ellos está relacionado con la reducción de intensidad de emisiones por parte del grupo, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 7 y 13 de la ONU. Iberdrola se ha fijado como objetivo que sus emisiones directas de CO2 sean inferiores a 70 gr/kWh producido en 2025, si bien en 2020 ya logró situarlas en 98 gr/kWh. El segundo indicador está asociado al aumento de mujeres en posiciones de liderazgo. En este sentido, Iberdrola se ha propuesto que el 30% de este tipo de puestos en 2025 estén ocupados por mujeres, en línea con el ODS 5 de la ONU.
Iberdrola y los bancos prestamistas han introducido, con carácter innovador, un tercer factor: Iberdrola realizará una aportación económica a un proyecto sostenible, cuya cuantía anual variará según el grado de utilización de la línea. La iniciativa se definirá en 2022 y la primera contribución se realizará en 2023. De esta forma, las entidades también demuestran su compromiso sostenible a un proyecto, alineado con los ODS.