Nacido en Verín, Orense, en 1945, el diseñador español Roberto Verino adquirió sus conocimientos de moda en París, desde donde ha impulsado su prestigio en el sector, creando de forma paralela una cadena de tiendas con su marca con presencia a nivel mundial. En los últimos días ha apoyado desde la Semana de la Moda de Madrid la sostenibilidad de la moda y la apuesta por una economía circular y de mayor valor añadido.
La moda es uno de los sectores más contaminantes... ¿qué se puede hacer desde el sector por la sostenibilidad?
Parece que es lo novedoso, pero es un requisito que, en mi opinión, ha existido siempre. La mejor forma de ser sostenible es consumir de forma razonable, crear un armario que perdure en el tiempo. Hoy no nos podemos permitir el concepto de usar y tirar. Yo creo en una buena inversión en un producto de calidad, que te ayuda además a ser tu mismo y que tu personalidad haga suya la prenda. La persona debe llegar a querer a la prenda, crear relaciones emocionales con la moda. Yo apuesto por el concepto de los armarios emocionales.
"No se trata de consumir más, sino de consumir con sentido"
¿Qué aporta en este sentido Roberto Verino?
La defensa de la sostenibilidad es primordial. Y el uso correcto de las materias primas, entendemos que las pequeñas cosas son las que tienen realmente importancia. No se trata de consumir más, sino de consumir con sentido. Entendemos la moda no como un gasto, sino como una inversión, una apuesta por la calidad y la sostenibilidad. La pandemia nos ha mostrado que hay que tener unos valores en el consumo y que no se puede despilfarrar de forma innecesaria. No se trata de tener más, sino de valorar lo que valga la pena.
¿Y el consumidor está en esa línea?
Es cierto que a veces somos un poco cínicos y creemos que todo vale. La gente más joven es la que más defiende la sostenibilidad, pero luego llega a una cadena de bajo coste y se lleva una bolsa de ropa con un montón de prendas por 20 euros que es imposible que se hayan fabricando de forma sostenible. Alguien ha trabajado gratis o incluso esclavizado. No se puede comprar un pantalón tejano por 9 euros y creer que la cadena de valor está equilibrada y que todo el mundo ha tenido un beneficio. Es positivo dar una segunda vida a la prenda, no despilfarrar. De todos modos, y aunque hay posibilidades de mejora, estamos en la buena línea porque hay cada vez mayor concienciación.
"En China han sido capaces de producir la mejor seda natural o el mejor cashmere"
¿Y cree también en la producción en proximidad?
Sí, la sostenibilidad pasa también por dar trabajo a la gente de tu entorno. Hay un problema con la España vaciada, hemos quitado a la gente la capacidad de poder quedarse en su lugar de origen. Nos toca reflexionar y hacer autocrítica, hacer un esfuerzo por defender determinados oficios y que la gente pueda tener una vida digna y una forma de ganarse la vida. Nosotros tenemos un socio productor muy importante en la zona de Verín, pero también producimos mucho en Portugal, en toda la cuenca del Duero. De todos modos, trabajamos también en Italia, en Turquía, en Marruecos.... hay determinados productos que hay que producir fuera.
¿También en Asia?
Sí, hay que entender que hay determinados productos que no nos queda más remedio que fabricar por ejemplo en China. Han sido capaces de producir la mejor seda natural o el mejor cashmere. Las mejores marcas tradicionales tienen ahí su producción. La gente cree erróneamente que en China todo es el todo a cien, y no es así.

¿Cuántas tiendas tienen?
Tenemos en total cerca de 200 tiendas, de las cuales 160 están en España. Hay también una presencia muy fuerte en México, es un país dinámico en el que estaba habiendo una evolución muy estimulante antes de la pandemia. Tenemos un acuerdo con El Palacio del Hierro y otros franquiciados y sumamos unos 25 establecimientos. Nosotros, a pesar de las dificultades, no hemos cerrado ningún punto de venta. Al contrario, los hemos abiertos. Queremos creer que el ritmo de vacunación va a tomar la velocidad adecuada para cambiar las cosas, pero no podemos saberlo.
¿En qué otros mercados están también presentes?
Estamos también en Portugal, en Polonia, en Rusia...con tiendas multimarca. También en Latinoamérica, en países como Ecuador. Luego estamos trabajando también mucho la venta online, que nos ha salvado la vida en el último año. Ha habido un crecimiento exponencial. La venta digital es la clave del futuro, pero sin perder la relación con el consumidor en las tiendas. Tenemos la obligación de estar cerca y dar el mejor servicio posible a los consumidores. Las tiendas son un punto de encuentro al que poder acudir para recoger compras o hacer cambios.
"Hay dos mujeres al frente, quiero tener como mínimo un 90% de mujeres en mi compañía"
¿Qué representa la venta 'online'?
Estamos cerca del 20% del total del negocio, con una facturación antes del Covid de 34 millones. Ha habido momentos en el último año que ha crecido cerca del 200%. A través de Internet estamos vendiendo en Europa, en México...y estamos empezando también en China y Oriente Próximo. Tenemos que buscar como mejorar, posicionarnos como marca.
Tiene una gran apuesta por el talento femenino...
El 99% de las personas que han contribuido a que sea lo que soy hoy han sido mujeres. Al frente de la empresa están Dora Casal, directora ejecutiva, y la directora de Marketing y Marca, Cristina Mariño, mi hija. Ellas nos permiten creer que el futuro de la firma está garantizado. Yo no creo en una cuota del 50% de mujeres, yo quiero como mínimo un 90% de mujeres. Tienen talento y son creativas e imaginativas.