
Iberdrola compite en la próxima subasta alemana para parques eólicos marinos con Windanker, un proyecto de 300 MW ligado a una inversión de unos 700 millones de euros. Si no gana en el concurso, las normas de la puja le otorgan derecho de tanteo, de modo que podrá adjudicarse el proyecto con las condiciones del ganador.
El Gobierno alemán lanzó a finales de febrero un concurso para adjudicar 958 MW de potencia eólica marina -off shore en inglés- en tres áreas de sus aguas territoriales. Dos están situadas en el Mar del Norte y les corresponden 658 MW, y otra en el Mar Báltico, con los 300 MW restantes.
Como resultado de una reforma legislativa de 2017, en esta subasta, a diferencia de las dos anteriores, no solo se compite por el derecho de conectar las plantas a las redes y de obtener una retribución regulada por la producción eléctrica -de 73 euros por MWh como máximo-, sino también por los estudios ambientales oficiales, que ejecuta una agencia independiente.
Además, se reconocen los derechos adquiridos por las empresas que habían planificado plantas eólicas en las áreas marinas de la puja y se les otorga derecho de tanteo sobre la oferta triunfadora; si no ganan, tienen la opción de ejecutar sus proyectos con las condiciones de la mejor oferta.
Muy cerca de Wikinger
Es el caso de la empresa Northland Power, en las áreas del Mar del Norte, y de Iberdrola, en el área del Báltico, donde lleva años trabajando en el parque off shore de Windanker, en un emplazamiento muy cercano a su parque Wikinger, con 350 MW, inaugurado en 2018.
Originalmente, Windanker tenía una potencia de 252 MW, pero la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán la ha aumentado hasta los 300 MW.
El nuevo parque compartirá las infraestructuras de evacuación de electricidad con Wikinger, lo que rebajará sensiblemente sus costes, ya que a las redes se destina alrededor de un tercio de la inversión para un parque de nueva planta: frente a los 1.400 millones que exigió Wikinger, Windanker requerirá alrededor de 700 millones.
Las empresas tendrán que remitir sus ofertas a la Agencia Federal de Redes de Alemania antes del próximo 1 de septiembre, que fallará a favor de la oferta más económica. Luego la Agencia Federal Marítima e Hidrográfica licitará los estudios de impacto ambiental sobre el entorno marino, el subsuelo y las condiciones eólicas y oceanográficas de los proyectos ganadores.
Todo el proceso debe completarse en 2026, ejercicio en que los parques tienen que estar produciendo electricidad.
Una cartera de 22.000 MW, con 9.000 MW para construir
Iberdrola cuenta con 1.300 MW instalados de eólica marina, que le aportaron 585 millones al resultado bruto en 2020. Su cartera de proyectos de la tecnología alcanza los 22.000 MW, con 2.600 MW ya en obras -en EEUU, Francia y Alemania-, que empezarán a producir energía entre 2023 y 2025; otros 9.000 MW están listos para iniciar su construcción cuando ganen alguna de las numerosas licitaciones venideras y otros 10.000 MW están en desarrollo. La empresa aspira a que le aporten 2.300 millones a los resultados en 2030.