
Telefónica y Nokia acaban de marcar un hito en los nuevos usos terapéuticos de realidad virtual. A través de vídeos inmersivos los dos socios tecnológicos han aplicado las prestaciones superlativas del 5G en materia de velocidad de transmisión de datos y capacidad de información en tiempo real. El trabajo ha consistido en la producción y reproducción de un vídeo musical en 360 grados, de altísima calidad de resolución, disponible a través de unas gafas y equipos especiales.
Los expertos coinciden en que las nuevas herramientas tecnológicas permiten "mejorar la calidad de vida de personas con enfermedades como Alzheimer o Parkinson". Asimismo, diversos estudios han comprobado las indiscutibles bondades que la música -en entornos inmersivos simulados- proporciona en este tipo de patologías.
El prodigio ha sido posible gracias al uso de una antena compatible con las denominadas bandas milimétricas, de 26 GHz. Estas frecuencias permiten altísimas velocidades y capacidades respecto, aunque limitadas en su alcance a unos pocos metros. Este tipo de estación base se instaló en Segovia, ciudad de referencia para Telefónica y España en cuanto a desarrollo y experimentación del 5G.
Además de Telefónica y el Nokia Bell-Labs, también han colaborado en esta iniciativa pionera en el mundo el Ayuntamiento de Segovia, Cáritas, la Universidad Carlos III de Madrid, la UVa y la Universidad Alfonso X el Sabio. Todos ellos han puesto en marcha el proyecto Amatista, diseñado para ayudar en el tratamiento de personas con enfermedades neurodegenerativas. "Es un proyecto que comenzó en julio de 2020 y que tiene previsto concluir en julio de 2022 y que cuenta con financiación pública a través del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI)", explican sus responsables.
En el mismo trabajo también se están evaluando nuevos conceptos audiovisuales de realidad virtual en colaboración con la productora ButacaVR, promotora de la iniciativa con la compañía teatral Yllana y la bailarina Muriel Romero (Instituto Stocos).
Los expertos de la universidades participantes analizarán las mejorías experimentadas por el uso de esta aplicación en las personas enfermas. "Se trata de medir y valorar la posible aportación de la musicoterapia inmersiva para que ésta forme parte de los programas de envejecimiento activo para personas con degradación neuronal, ya que se espera obtener efectos muy positivos a nivel físico, cognitivo y psicológico", explican.