
La Comunidad de Madrid pasará de ser un páramo energético a convertirse en toda una potencia de la energía solar fotovoltaica, según los datos que maneja Red Eléctrica. Madrid cuenta ya con proyectos con permisos concedidos para levantar 16.300 MW de energía solar, una cifra que supondrá una inversión de más de 8.000 millones de euros para la región.
La cifra además sólo la supera Andalucía con proyectos por 22.500 MW aprobados y supondría colocar a la región como la segunda productora de este tipo de tecnología, situándose por delante de Castilla y León con 13.600 MW o la Comunidad Valenciana con 10.000 MW también autorizados.
Madrid multiplicará por cuatro la generación solar instalada en Cataluña aprovechando su mayor nivel de irradiación que está considerada de nivel 4, frente al nivel 2 de gran parte del territorio catalán.
Extremadura, donde Iberdrola está llevando a cabo algunas de las mayores plantas solares de Europa, tiene permisos para 6.700 MW.
Tradicionalmente, el suministro eléctrico de la capital dependía en gran medida de centrales nucleares como la de Almaraz puesto que la comunidad no cuenta con apenas ninguna gran instalación eléctrica.
Madrid además sigue pendiente de otros 2.000 MW que están en tramitación y que también pueden acabar logrando los permisos.
En total, España cuenta ya con solicitudes autorizadas para instalar 121.000 MW, es decir, el doble de lo previsto en el Plan Nacional de Energía y Clima (60.000 MW). Además, se han rechazado ya solicitudes por 114.000 MW y se siguen estudiando, según los últimos datos de REE, permisos para 47.600 MW.
Moratoria para las plantas solares
Con este boom renovable, el Ministerio de Transición Ecológica aprobó una moratoria para este tipo de plantas y el Boletín Oficial del Estado publicó el viernes, tal y como había adelantado elEconomista, la Circular de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia que pretende poner freno a la burbuja renovable en nuestro país.
La medida llega justo antes de la subasta de renovables que se celebrará este próximo martes y permitirá la entrada en vigor del Real Decreto de accesos y conexiones aprobado el 30 de diciembre.
La Circular pretende poner orden en la entrada de renovables ya que la disponibilidad de capacidad suficiente en las redes constituye un factor decisivo. Para lograrlo, la CNMC ha optado por limitar el alcance del texto al acceso y conexión de los productores, dejando el tratamiento específico de consumidores y distribuidores para otra Circular ya que el principal motivo es atajar el gran volumen de solicitudes de acceso que se han acumulado en los últimos años, hasta el punto de saturar la práctica totalidad de los nudos de transporte ?y gran parte de la red de distribución de más alta tensión? en las zonas donde existe disponibilidad de recurso eólico o solar.
Para el organismo regulador resulta prioritario ordenar y dar un horizonte a este elevado número de proyectos. Para ello, la Circular persigue incrementar la eficiencia en el proceso de acceso y conexión a las redes, agilizando la tramitación y maximizando la información relacionada con la utilización de las redes, promoviendo un elevado grado de transparencia a los gestores y titulares de las redes.
La nueva Circular incorpora la posibilidad de que las instalaciones híbridas evacuen la energía eléctrica utilizando el mismo punto de conexión y la capacidad de acceso ya concedida, siempre que esto resulte técnicamente posible. Asimismo, se contemplan específicamente los casos en los que nuevas instalaciones híbridas soliciten permisos de acceso y conexión a las redes.
Adicionalmente, con fin de maximizar la transparencia en el proceso y garantizar la publicidad de la información, se establece que los gestores de redes deberán mantener accesible en su página web y mensualmente actualizada información detallada sobre las capacidades disponibles en los nudos de sus redes de tensión superior a 1 kV.
Los anexos de la Circular comprenden una serie de criterios técnicos actualizados según los recientes desarrollos. Dichos criterios son los necesarios para: evaluar la capacidad de acceso, evaluar la viabilidad de conexión y determinar la influencia de la instalación de producción en otra red distinta de aquella a la cual se conecta.