En sus primeras horas en el cargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, rubricó una retahíla de órdenes ejecutivas que incluyeron medidas para comenzar a deshacer el legado de su predecesor, el republicano Donald Trump. Entre ellos destacó el reingreso del país al Acuerdo de París o detener la construcción del muro en la frontera con México.
En materia climática, el multimillonario Bill Gates defendió el "gran primer paso" de regresar al acuerdo climático de París para que EEUU pueda "liderar el mundo y evitar un desastre climático". Por su parte, el consejero delegado de Alphabet, Sundar Pichai, alabó "la rápida acción sobre ayudas relacionadas con el Covid, el Acuerdo Climático de París y la reforma migratoria", y añadió que "Google ha apoyado la acción sobre estos importantes temas".
We applaud @POTUS's quick action on COVID relief, the Paris Climate Accord, and immigration reform. Google has supported action on these important issues & we look forward to working with the new administration to help the US recover from the pandemic + grow our economy.
— Sundar Pichai (@sundarpichai) January 20, 2021
Sin embargo, otra de las decisiones tomadas por Biden, como fue la cancelación de la construcción del oleoducto Keystone XL, generaron los primeros roces con el corporate patrio. Jay Timmons, presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes, criticó la rescisión del proyecto asegurando que éste habría creado 10.000 puestos de trabajo.
"Los fabricantes están decepcionados con la decisión" indicó en un comunicado donde explicó que este proyecto podría servir de modelo para la infraestructura del futuro y estimular planes adicionales de energía renovable así como mejorar la seguridad energética de EEUU.
Una queja que también manifestó la Cámara de Comercio de EEUU. Marty Durbin, presidente del Instituto de Energía Global de la misma, se opuso a esta decisión que tildó de puramente política y no basada en datos científicos.
"Este oleoducto es el proyecto de infraestructura más estudiado de la historia de EEUU, está en construcción y ha superado innumerables obstáculos legales y ambientales", justificó. "Detener su avance impedirá el transporte seguro y eficiente de petróleo y perjudica injustamente la producción de uno de nuestros aliados más cercanos e importantes", añadió.
Precisamente, el primer ministro canadiense Justin Trudeau dijo el miércoles estar "decepcionado" por la decisión de Biden. "Si bien acogemos con satisfacción el compromiso del presidente de luchar contra el cambio climático, estamos decepcionados", indicó. Trudeau será el primer líder global en conversar con el nuevo inquilino de la Casa Blanca, según reveló la secretaria de prensa, Jen Psaki. La llamada entre ambos está prevista para este viernes